Manila (VNA) El Gobierno estadounidense está "ansioso" por volver a la mesa de negociaciones para lograr paz y estabilidad en la península coreana, apuntó el secretario de Estado, Mike Pompeo.
Pompeo manifestó durante una rueda de prensa en la capital filipina que en la segunda cumbre entre los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Kim Jong-un, este último pidió el levantamiento total de las sanciones, algo que niega Pyongyang.
Expresó además que los norcoreanos "fueron bastante expansivos con respecto a lo que estaban preparados para hacer en Yongbyon, pero no había claridad respecto al alcance completo de lo que estaban dispuestos a ofrecer", además del desmantelamiento de esa central nuclear.
Ese planteamiento contradice lo expresado previamente por el ministro de Exteriores de Corea del Norte, Ri Yong-ho, quien en rueda de prensa tras concluir la Cumbre informó que en ese encuentro en Vietnam, su país propuso a la parte norteamericana la detención indefinida de los ensayos nucleares y de los misiles de largo alcance.
Se trató de una propuesta sustancial en esa magna cita, valoró el canciller norcoreano, y añadió que Pyongyang pidió a Washington levantar cinco de las 11 de sanciones impuestas por las Naciones Unidas, especialmente aquellas que más afectan la vida de los norcoreanos por lo que se trató de una parte esas medidas, no de todas, como afirman los estadounidenses.
También afirmó que su país no cambiará su postura incluso si Estados Unidos desea promover el diálogo, y reveló que la Casa Blanca quiere que Pyongyang "dé otro paso más" además de desmantelar la instalación nuclear Yongbyon.
Trump y Kim celebraron el miércoles y jueves su segunda cumbre en Hanoi, que acabó sin ningún acuerdo por discrepancias en cuanto al alcance del levantamiento de las sanciones y el proceso de