Cada año, en la aldea de flores de Tay Tuu, en Hanoi, cuando llega la cosecha de las flores, los agricultores se alegran. Sin embargo, en medio del complicado desarrollo de la pandemia COVID-19 este año, la situación ha cambiado.

Por estos días en el pueblo de Tay Tuu, se pueden ver en todas partes imágenes de flores frescas sin cosechar, marchitándose en los campos, o desechadas en el borde de las carreteras.

Las flores que se pueden conservar, como las rosas y lirios, en lugar de recolectarse y vender, los floricultores tienen que cortarlas y llevarlas a los almacenes, a la espera de un momento más adecuado para las ventas.