La Asociación de Naciones del Sudeste de Asia (ASEAN) continúa siendo una de las regiones con más destinos preferidos por los inversores japoneses, según el resultado de una encuesta publicado hoy por el Banco de Cooperación Internacional de Japón (JBIC).
El sondeo, realizado a unas 500 empresas japonesas que operan en el extranjero, muestra que nueve economías de la ASEAN figuran entre las 20 más atractivas seleccionadas por los hombres de negocios de Japón.
Indonesia encabeza el listado, seguida por la India y Tailandia, mientras que China bajó del primer puesto al cuarto.
El resultado señala que las compañías japonesas consideran a los países miembros ASEAN como sus centros de producción a largo plazo, pues disponen enormes potencialidades, valoró Shinji Ayuha, experto del JBIC.
El 44,9 por ciento de esas empresas eligieron a Indonesia como el destino más atractivo para sus inversiones en los próximos tres años, mientras esa tasa para China disminuyó a 37,5 por ciento, frente a 62,1 por ciento de la encuesta anterior.
El aumento del costo de la mano de obra, las dificultades en la contratación a empleados, el estancamiento económico y la tensión en las relaciones Tokio-Beijing son las principales causas que pesan en la decisión de las empresas japonesas.
El sondeo, realizado a unas 500 empresas japonesas que operan en el extranjero, muestra que nueve economías de la ASEAN figuran entre las 20 más atractivas seleccionadas por los hombres de negocios de Japón.
Indonesia encabeza el listado, seguida por la India y Tailandia, mientras que China bajó del primer puesto al cuarto.
El resultado señala que las compañías japonesas consideran a los países miembros ASEAN como sus centros de producción a largo plazo, pues disponen enormes potencialidades, valoró Shinji Ayuha, experto del JBIC.
El 44,9 por ciento de esas empresas eligieron a Indonesia como el destino más atractivo para sus inversiones en los próximos tres años, mientras esa tasa para China disminuyó a 37,5 por ciento, frente a 62,1 por ciento de la encuesta anterior.
El aumento del costo de la mano de obra, las dificultades en la contratación a empleados, el estancamiento económico y la tensión en las relaciones Tokio-Beijing son las principales causas que pesan en la decisión de las empresas japonesas.