Hanoi, 31 jul (VNA)- Vietnam tendrá oportunidades especiales para mejorar su presencia en la economía global y convertirse en un país a la vanguardia en el mundo de la tecnología digital, gracias a su manejo temprano y exitoso en la lucha contra la pandemia de COVID -19.
Así quedó recogido en el informe “El nuevo estado normal en Vietnam como será?” El impacto económico de la epidemia?”, emitido la víspera por el Banco Mundial (BM).
La institución financiera consideró que la economía del estado indochino, pese a sufrir los efectos de la enfermedad en el primer semestre de 2020, mantiene perspectivas positivas a corto y mediano plazo.
En caso de que la situación mundial mejore paso a paso, las actividades económicas se recuperarán en la segunda mitad de 2020, lo que ayudará al país a alcanzar un crecimiento económico de 2,8 por ciento este año y 6,8 por ciento en 2021, mientras que en caso contrario registrará incrementos respectivos de 1,5 y 4,5 por ciento este y el próximo año.
El principal desafío para Hanoi es encontrar nuevos impulsores de crecimiento en aras de fortalecer el proceso de recuperación. El motor de incremento económico tradicional del país -la demanda del exterior y el consumo interno-, no puede regresar temprano a su estado normal como antes de la crisis sanitaria porque todavía existe mucha incertidumbre tanto en el país como en el extranjero.
Mientras, la pandemia ha generado desigualdad al afectar a empresas y población en diferentes grados, lo que redujo el ingreso de los trabajadores, especialmente en los sectores de servicios.
Stefanie Stallmeister, directora interina nacional del BM en Hanoi, enfatizó que para adaptarse al estado de nueva normalidad, los encargados de planificar políticas deben encontrar nuevas orientaciones, con vistas a compensar el debilitamiento de los motores impulsores tradicionales del crecimiento, además de manejar la creciente situación de desigualdad.
Vietnam necesita evaluar cuidadosamente la situación y levantar paso a paso las restricciones de viajes internacionales, así como equilibrar las preocupaciones de seguridad porque la economía nacional todavía depende grandemente de las inversiones extranjeras.
Además, requiere impulsar el despliegue de programas de inversión pública para aumentar la demanda interna y ayudar al sector privado, especialmente las industrias más afectadas como el turismo, la manufactura y el procesamiento para la exportación, a través del apoyo financiero en combinación con políticas inteligentes./.
Así quedó recogido en el informe “El nuevo estado normal en Vietnam como será?” El impacto económico de la epidemia?”, emitido la víspera por el Banco Mundial (BM).
La institución financiera consideró que la economía del estado indochino, pese a sufrir los efectos de la enfermedad en el primer semestre de 2020, mantiene perspectivas positivas a corto y mediano plazo.
En caso de que la situación mundial mejore paso a paso, las actividades económicas se recuperarán en la segunda mitad de 2020, lo que ayudará al país a alcanzar un crecimiento económico de 2,8 por ciento este año y 6,8 por ciento en 2021, mientras que en caso contrario registrará incrementos respectivos de 1,5 y 4,5 por ciento este y el próximo año.
El principal desafío para Hanoi es encontrar nuevos impulsores de crecimiento en aras de fortalecer el proceso de recuperación. El motor de incremento económico tradicional del país -la demanda del exterior y el consumo interno-, no puede regresar temprano a su estado normal como antes de la crisis sanitaria porque todavía existe mucha incertidumbre tanto en el país como en el extranjero.
Mientras, la pandemia ha generado desigualdad al afectar a empresas y población en diferentes grados, lo que redujo el ingreso de los trabajadores, especialmente en los sectores de servicios.
Stefanie Stallmeister, directora interina nacional del BM en Hanoi, enfatizó que para adaptarse al estado de nueva normalidad, los encargados de planificar políticas deben encontrar nuevas orientaciones, con vistas a compensar el debilitamiento de los motores impulsores tradicionales del crecimiento, además de manejar la creciente situación de desigualdad.
Vietnam necesita evaluar cuidadosamente la situación y levantar paso a paso las restricciones de viajes internacionales, así como equilibrar las preocupaciones de seguridad porque la economía nacional todavía depende grandemente de las inversiones extranjeras.
Además, requiere impulsar el despliegue de programas de inversión pública para aumentar la demanda interna y ayudar al sector privado, especialmente las industrias más afectadas como el turismo, la manufactura y el procesamiento para la exportación, a través del apoyo financiero en combinación con políticas inteligentes./.
VNA