En una reunión con un representante de la Oficina Comercial de Hanoi enBruselas, Eric Franssen, director encargado del desarrollo de negocios del grupoJohn Cockerill, precisó que el país indochino posee muchas ventajas paraexplotar el campo de la energía renovable y la producción de biomasa a partirde desechos industriales.
La corporación belga aspira ayudar a la parte vietnamita a convertir la energíade biomasa, que genera el mismo calor que el carbón. Además, puede producirenergía renovable para suministrar a vehículos de transporte.
Por su lado, Pierre Lambotte, director de proyectos de John Cockerill, comentóque Vietnam es un país agrícola y se estima que cosecha alrededor de mil 400 millonesde cocos cada año. La cáscara y el bonote de esa fruta serán una fuenteabundante de materias primas para la producción de carbón activado para laexportación.
Asimismo, esta tecnología resulta especialmente importante en el contexto delllamado de las Naciones Unidas a los países del mundo a lograr el objetivo deemisiones neutras de carbono para 2050, añadió.
De acuerdo con Tran Van Cong, consejero agrícola vietnamita en la Unión Europea(UE), la tecnología avanzada de John Cockerill ayudará a aportar valor añadidoa los cocos.
Establecida en 1817, John Cockerill es una corporación especializada en solucionestecnológicas a gran escala para satisfacer las necesidades en términos deprotección de los recursos naturales y el medioambiente, la producción verde ysostenible y el acceso a energías renovables.
En 2018, el Grupo instaló el sistema de filtración de aguas residuales másgrande en Ciudad Ho Chi Minh./.