Barcos armados chinos que escoltan la plataforma petrolífera Haiyang Shiyou – 981 instalada ilegalmente en las aguas vietnamitas en Mar Oriental, realizaron ataques agresivos e inhumanos a naves del país sudesteasiático.

Entrevistados por el corresponsal de la VNA presente estos días en el lugar, Phan Dinh Cat y Vu Duc Tao, funcionarios de la cuarta división de la Administración Pesquera de Vietnam, precisaron que cada vez un barco vietnamita que se acerca a la posición de ese equipo perforador, siempre es intimidado por tres o cinco buques armados chinos.

Recordaron que los barcos vietnamitas son simplemente pesqueros privados que operan en su campo de explotación tradicional y legítimo, o son estatales que sólo transmiten en altavoz mensajes sobre los indiscutibles derechos vietnamitas en su zona económica exclusiva y plataforma continental, así como las leyes internacionales.

Sin embargo, los barcos armados chinos en muchos casos chocaron frontalmente y atacaron con cañones de agua de gran presión con intención de destruir el sistema de comunicación, los salvavidas e incluso el motor de las naves vietnamitas.

Dinh Cat y Duc Tao calificaron de agresivos, peligrosos, inhumanos y violatorios a las leyes internacionales esos actos de las unidades chinas, puesto que quisieron dejar a embarcaciones vietnamitas inmóviles, sin comunicación y medios de rescate en medio del mar.

La Corporación Nacional de Petróleo Submarino de China emplazó el 2 de mayo la instalación petrolífera Haiyang Shiyou – 981 en una zona de 15 grados 29 minutos 58 segundos de latitud Norte y 111 grados 12 minutos 6 segundos de longitud Este, ubicada absolutamente en la zona económica exclusiva y la plataforma continental de Vietnam, a unas 120 millas náuticas de su costa.

El gobierno chino movilizó casi 90 barcos armados, incluidos militares para escoltar su plataforma y prohibió además ilegalmente a las embarcaciones de los otros países a navegar en la zona a tres millas náuticas de esa plataforma.

Esa acción unilateral de la parte china constituye una grave violación a la soberanía, los derechos jurisdiccionales de Vietnam, refrendados en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 (UNCLOS) y va en contra de las leyes internacionales y la Declaración de Conducta en el Mar Oriental entre la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia y Bejing (DOC), firmada en 2002.

También damnifica a los sentimientos sagrados entre los dos pueblos y generan una profunda indignación en todos los vietnamitas y los amantes de la paz y la justicia en el mundo. – VNA