La Asociación Vietnamita de Víctimas de Agente Naranja/Dioxina (VAVA) solicitó una mejor atención para las personas afectadas por ese tóxico químico rociado en el país por tropas estadounidenses durante la guerra.

En una reunión de trabajo ayer en Hanoi con Ha Thi Kiet, jefa del Departamento de Movilización de Masas del Comité Central del Partido Comunista, el presidente de la organización, coronel general Nguyen Van Rinh, abogó por la intensificación del liderazgo partidista en la solución de las consecuencias de la conflagración química en Vietnam.

Por su parte, Ha Thi Kiet extendió la gratitud a la VAVA por sus trabajos de cuidado a los damnificados.

Informó que hará un balance de la implementación durante cinco años de la Resolución número 292-BT/TW acerca de ese asunto, con el establecimiento este mes de un comité encargado de la revisión.

De 1961 a 1971, el ejército de Estados Unidos roció sobre el territorio vietnamita 80 millones de litros de herbicida que contenía 400 kilogramos de dioxina, uno de los componentes químicos más nocivos para el ser humano.

Más de cuatro millones de personas estuvieron expuestas al Agente Naranja, cuyas consecuencias dañinas todavía se ceban en las jóvenes generaciones.

A unos 50 años del esparcimiento estadounidense del producto sobre territorio nacional, millones de vietnamitas sufren hoy daños físicos y psíquicos a consecuencia de esa sustancia.

Vietnam ha adoptado una serie de políticas diseñadas específicamente para respaldar a las víctimas del Agente Naranja y a sus familias, además de prestar asistencia de formación vocacional y tratamiento médico.

Sin embargo, las políticas destinadas a esas personas deben actualizarse y perfeccionarse ya que hasta el momento, solo 300 mil de los tres millones de afectados por el tóxico letal se benefician de los programas al respecto, opinaron expertos.

Establecida en 2004, la VAVA cuenta actualmente con una red de filiales en 59 ciudades y provincias vietnamitas con más de 315 mil miembros.

La agrupación recaudó unos 37 millones de dólares de organizaciones e individuos dentro y fuera del país para reparar y construir viviendas, otorgar becas y ofrecer servicios gratuitos de atención sanitaria y rehabilitación a favor de víctimas de dioxina y sus familiares. – VNA