La industria del país del Sudeste Asiático se ha visto seriamente afectada porla epidemia. Particularmente, desde febrero el suministro de materiales para laproducción fue interrumpido, en el contexto que los principales proveedoreschinos suspendieron sus operaciones.
Muchas fábricas también se vieron obligadas a cerrar temporalmente, mientras que algunastodavía están tratando de mantener sus actividades con una capacidad de apenas alrededordel 40 por ciento, para completar los pedidos de exportación, añadió.
Además, Bakri señaló que esta situación podría prolongarse y el número de desempleadosen el sector aumentará en los próximos tiempos.