Robert Hill, exministro de Defensa de Australia mostró su preocupación por la escalada de tensiones en el Mar Oriental y afirmó que su país apoyará a Vietnam en la búsqueda de una solución pacífica en ese asunto.

Esa opinión se compartió en una reunión de trabajo la víspera aquí entre el director del Instituto de Investigación de Estrategia de Diplomacia de Vietnam, Hoang Anh Tuan, y expertos del Centro de Estudios Estadounidenses de la Universidad de Sídney y el Instituto de Investigación de Política Internacional Lowy.

En el encuentro, el especialista vietnamita informó sobre las recientes dinámicas en el Mar Oriental después de la instalación ilegal por Beijing de la perforadora petrolífera Haiyang Shiyou-981, escoltada por numerosos barcos militares y aviones, en la zona económica exclusiva de Vietnam.

Afirmó que esas acciones violan el derecho soberano y jurisdiccional de su país, la Carta de las Naciones Unidas, la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) de 1982, y van en contra del espíritu de la Declaración de Conducta de las partes concernientes en el Mar Oriental, firmada por el propio Estado chino.

El acto agresivo de buques chinos amenaza la paz, la seguridad y la libre navegación en la región, deteriorando la amistad entre los pueblos de los dos países.

Los académicos participantes intercambiaron opiniones sobre las motivaciones de China, puntos de vista de la ASEAN en esa cuestión, así como medidas estratégicas de Vietnam en la solución de las disputas actuales.

La Corporación Nacional de Petróleo Submarino de China emplazó el 2 de mayo la perforadora Haiyang Shiyou – 981 en una zona a 15 grados 29 minutos 58 segundos de latitud Norte y 111 grados 12 minutos 6 segundos de longitud Este, ubicada absolutamente en la zona económica exclusiva y la plataforma continental de Vietnam, a unas 120 millas náuticas de su costa.

El gobierno chino movilizó hasta ayer 120 barcos armados, incluidos militares, y cuatro aviones de combate para escoltar su plataforma y prohibió además ilegalmente a las embarcaciones de otros países navegar en la zona a tres millas náuticas de esa plataforma.

Con moderación, buena voluntad y sinceridad, Vietnam empleó todos los canales a todos los niveles para protestar por ese acto violatorio y exigir la retirada inmediata por la parte china de su plataforma petrolera y los barcos armados y militares fuera de las aguas jurisdiccionales del país indochino.

Sin embargo, la respuesta de Beijing a esa reclamación legítima y pacífica de Hanoi fue el uso continuado de la fuerza y el aumento de las acciones intimidatorias cada vez más peligrosas, además de proferir calumnias. – VNA