Los agricultores filipinos enfrentarán, además de las secuelas del tifón Haiyan, a una posible tragedia por escasas asistencias urgentes a los preparativos para la nueva cosecha, alertó la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

La entidad urgió la víspera a la comunidad internacional a movilizar por lo menos 11 millones de dólares para ayudar a los supervivientes del desastre natural en las zonas rurales filipinas a desescombrar las tierras agrícolas y limpiar los canales de riego de sedimentos tras la devastación.

Esa llamada respondió a una solicitud enviada a la FAO por el Departamento de Agricultura de Filipinas de apoyos financieros para recuperar más de 150 mil hectáreas de cultivo y unos 80 kilómetros de canales de riego comunales destruidos por el superciclón.

La petición se suma a los 20 millones de dólares solicitados por la FAO para ayudar a los agricultores en las zonas afectadas a sembrar, fertilizar, regar y mantener sus cultivos para garantizar las próximas cosechas en 2014.

El director de la División de Emergencias y Rehabilitación de la FAO, Dominique Burgeon, explicó que sería una doble tragedia si en la próxima primavera las familias siguen dependiendo de la ayuda alimentaria humanitaria porque el apoyo no haya sido suficiente para recuperarse del desastre.

Los últimos datos oficiales señalan que el desastre, que azotó el centro del país sudesteasiático a principios del mes, dejó un sueldo de más de cinco mil 200 muertos y mil 600 desaparecidos.

Haiyan provocó, además, pérdidas materiales de unos 14 mil millones de dólares, según estimaciones de fuentes independientes.

Las Naciones Unidas aumentaron su llamamiento para el alivio de las secuelas de Haiyan en Filipinas de 301 a 348 millones de dólares, destinados especialmente al suministro de alimentos, agua potable y campamentos de refugio. – VNA