El ministro filipino de Defensa, Voltaire Gazmin, informó que la seguridad está bajo control en la ciudad de Tacloban y sus suburbios, devastados por el supertifón Haiyan.

La policía declaró el toque de queda de seis de la mañana a seis de la tarde (hora local) en esa localidad mientras se movilizó a más de mil efectivos a las áreas damnificadas.

De acuerdo con el director del Consejo Nacional de Gestión de Reducción de Riesgos de Desastres de Filipinas, Eduardo del Rosario, la mayoría de las calles está limpia de escombros lo cual facilita el acceso a la fuerza socorrista para realizar la distribución de alimentos y agua potable a los afectados.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), en cooperación con las autoridades filipinas, establece hospitales de campaña así como envía personal y medicinas en apoyo a las víctimas.

El Ejército de Israel mandó una misión de 148 expertos a Filipinas, quienes prestan atención médica y participan en los trabajos de búsqueda y rescate, mientras el Ministerio de Defensa de Japón informó que también enviará mil efectivos para similares tareas.

El Banco Asiático del Desarrollo (BAD) en Manila proporcionó una asistencia de 23 millones de dólares e informó que ofrecerá un préstamo de 500 millones de dólares si recibe la petición del gobierno filipino.

Según los datos del mencionado consejo filipino, al menos dos mil 357 personas murieron y otras 77 desaparecieron tras el paso la semana anterior por el país del huracán Haiyan, uno de los más poderosos del siglo.-VNA