De acuerdo con su portavoz,Harry Roque, con esa decisión del presidente, adoptada luego de la divulgación deinformaciones acerca de la muerte de algunas trabajadoras filipinas en Kuwait, elsecretario de Trabajo de Filipinas, Silvestre Bello, ordenó suspender el envío de empleados al país de Oriente Medio.
Esa orden no seaplica para filipinos que están trabajando ya enKuwait. Sin embargo, las autoridades de Manila todavía no publican la fecha deentrada en vigor de la prohibición.
Con anterioridad,en un discurso pronunciado ante los empleados connacionales en el exterior, Duterte apuntó queinstaría al gobierno kuwaití a adoptar medidas contra los abusos laborales.
Según estadísticas,unos diez millones de filipinos trabajan en el extranjero y las remesas que envían a su país de origen desempeñan un rol importante en la economía nacional. Mientras, el país delGolfo es un mercado receptor grande de empleados con más de 170 mil filipinos.-VNA
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