El Gobierno japonés estableció hoy una zona de exclusión aérea de un radio de 30 kilómetros sobre la central nuclear de Fukushima 1, que afectará a todos los vuelos, excepto los de tareas de búsqueda y rescate.

La medida se adoptó poco después de que una explosión sacudiera el reactor número dos y otra detonación de hidrogeno reportada en el número cuatro en dicha planta, ubicada a unos 250 kilómetros al Noreste de Tokio.

Con anterioridad, Japón solicitó a la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA, inglés) enviar especialistas para valorar los daños de las centrales tras el peor terremoto en su historia y el devastador tsunami el pasado viernes.

Mientras, el comisario de Energía de la Unión Europea (UE), Guenther Oettinger, propuso a la IAEA convocar una reunión urgente la semana próxima para discutir la tragedia y sus posibles impactos a la seguridad nuclear.

Oettinger congregó hoy un encuentro en Bruselas con los ministros de Energías de la UE, altos funcionarios del sector y representantes de grandes compañías para analizar las medidas de seguridad atómica en Europa, donde disponen de unos 150 reactores en operaciones y muchos de ellos situados en zonas frecuentes de sismos.

Del otro lado, las ayudas a Japón luego de la trágica catástrofe que dejó graves daños a sus plantas nucleares centrará un cónclave ministerial del Grupo de los países industrializados (G8), programado para este martes en París.

En la actualidad, la comunidad internacional continúa su respaldo al pueblo nipón, incluidos un millón 760 mil dólares de la Cruz Roja china y más de 22 millones recaudados por diversas organizaciones de rescate y empresas estadounidenses./.