No se recuerda desde cuándo el nombre de Cau Bang evoca esa inolvidable comidatradicional de esta tierra.
El lugareño Tran Huu Binh (de 63 años) reveló al periódico electrónico Nhan Danque la receta de banh chung fue transmitida por generaciones desde tiemposancestrales, hasta sus padres.
Actualmente, entre las 30 familias que residen en la aldea Cau Bang hay más de10 cuyos miembros se dedican a la elaboración de este pastel durante todo elaño.
El banh chung de este lugar cuenta con dos variantes, los pequeños en formapentagonal, también conocidos como el banh chung gu (jorobado) y otros grandes en forma cuadrada tradicional, con un precio de 30 a 40 mildong cada uno, equivalentes a poco más de un euro.
Diariamente, una familia local puede venderunos 200 pasteles más pequeños y 100 grandes.
Especialmente en la ocasión de Tet, las cocinas de losproductores de este pastel son incapaces de satisfacer la demanda de suclientela.
En este local, cualquier persona puedeocuparse de seleccionar las hojas, comprar el frijol, preparar el arrozglutinoso y envolver el pastel.
Sin embargo, la persona que coloca lospasteles en la olla para cocinarlos debe ser un experto, y normalmente es eljefe de la familia.
La hermana de Huu Binh, Tran Thi Ty, de 65 años, quien también trabaja en elcampo, contó que el banh chung de Cau Bang se cuece entre ocho y 10 horas afuego lento sin cesar.
Nguyen Van Thanh, un aldeano de la comuna Minh Quang compartió que en el Tet,casi todas las personas de los alrededores reservan por adelantado algunos banhchung de Cau Bang, para hacer ofrendas a sus ancestros.
El pastel de Cau Bang conserva el agradable aroma del arroz glutinoso y de la hojadong (phrynium placentarium), conjugados con el gusto adecuado, la elasticidad,suavidad y riqueza del frijol verde y la carne, por lo que siempre despierta el apetito.
Quien pase por este lugar en los días próximos al Tet, podrá comprobar que estepastel es una de las primeras elecciones de la gente cuando pasa por CauBang.
Van Binh compartió que, aunque él vive y trabaja en Hanoi, siempre viene a esta aldea a comprar los banh chung para el Año Nuevo Lunar, antes de regresar a sutierra natal a fines del año.
Pham Thi Hue, una residente de Cau Bang, comentó que además de las recetashereditarias, también se transmite el prestigio de generación a generación, de unafamilia a otra.
Sin importar si otros ganan más con laventa de banh chung de menor calidad, en Cau Bang no se venderían estospasteles de arroz si no fueran buenos.
El deseo de los aldeanos que elaboran este pastel es mantener este oficio ytransmitirlo a las generaciones venideras, y que en el futuro esta marca debanh chung continúe como símbolo popular de la aldea de arroz de Thai Binh.-VNA