Ha Tinh, Vietnam (VNA)- La sierra de Hong Linh es un famoso paisaje en la región central de Vietnam desde la antigüedad, conocido sobre todo por un sinfín de maravillas esparcidas en sus laderas. Entre ellas, se encuentra la pagoda de Huong Tich.
La pagoda de Huong Tich pertenece al distrito de Can Loc, en la provincia de Ha Tinh. Según los versos de un poeta que la visitó, fue construida entre los siglos XII y XV, bajo el reinado de la dinastía Tran, informó el periódico Nhan Dan.
Los altibajos de la historia y el paso del tiempo hicieron que este templo cambiase tanto de localización como de apariencia. Pero la santidad y la solemnidad perduran aún en su recinto.
Los turistas pueden llegar a Huong Tich caminando o en teleférico. Esta pagoda se asienta a 650 metros sobre el nivel del mar, en una de las montañas más bonitas de la sierra.
Figura entre los 21 paisajes que el rey vietnamita Minh Mang eligió para tallar en las simbólicas Urnas de la Dinastía Nguyen, actualmente colocadas en la Ciudadela Imperial de Hue.
Cuenta la leyenda que Buda envió a un dios tigre como guía para ayudar a la princesa Dieu Thien a escapar de los asesinos. La joven llegó a la sierra de Hong Linh, se quedó y construyó un pequeño templo donde llevó una vida religiosa hasta alcanzar el nirvana. Allí, es donde se encuentra hoy la pagoda de Huong Tich.
“Huong” en “Huong Tich” significa “perfume”. Denota la belleza de las buenas virtudes y la devoción de una persona durante su vida religiosa, que como el perfume se difunden hacia todas las partes y generaciones.
Cada año, cuando llega el 18 de febrero del calendario lunar, se celebra la fiesta tradicional de la pagoda con bulliciosas actividades culturales y folclóricas. Para la gente local, se ha convertido en una imprescindible práctica cultural.
Al llegar a la sierra de Hong Linh, cuanto más alto subes, más te fascinarán los pintorescos paisajes. Si pasas por el distrito de Can Loc, en la provincia de Ha Tinh, no dejes escapar la oportunidad de visitar Huong Tich, para disfrutar del ambiente tranquilo de ese templo budista y enamorarte aún más de la tierra central vietnamita.