Sin el Partido Comunista, no habría el Doi Moi. Sin el liderazgo acertado de la fuerza política, no habría el éxito de ese proceso.
La historia evidencia que emprender el Doi Moi fue una decisión científica y revolucionaria para impulsar el desarrollo del país y constituye un punto de inflexión de la Revolución Vietnamita desde el VI Congreso Nacional del PCV en diciembre de 1986.
Al “observar directamente” la verdad para señalar y evaluarla de forma objetiva, el VI Congreso Nacional identificó el lineamiento de una renovación integral del país, particularmente del pensamiento para el desarrollo, en primer lugar, el económico.
Se trata de un avance esencial del pensamiento teórico del PCV, que creó la base para la implementación sincrónica y coherente de las reformas en todos los aspectos de la vida, especialmente las medidas económicas para incrementar la productividad y transformar la economía de planificación centralizada a una de mercado con orientación socialista.
Antes del Doi Moi, Vietnam estaba atrapado en la economía de planificación centralizada, la cual resultaba un gran obstáculo para el desarrollo en la nueva situación, aunque había desempeñado un determinado papel para recabar los recursos durante las diferentes etapas de la lucha independentista.
Entonces la economía de Vietnam se veía obligada a renovarse en todos los ámbitos, desde la reestructuración hasta la construcción de una economía de mercado con orientación socialista. Al mismo tiempo, había que cambiar la organización y el método de liderazgo del aparato estatal.
En ese sentido, para Vietnam era inevitable llevar a cabo el Doi Moi para aprovechar las nuevas oportunidades y superar los desafíos. Ese proceso dio paso a ideas y acciones innovadoras, que propiciaron la productividad e impulsaron el desarrollo socioeconómico y la democratización de la vida social.
A 35 años del Doi Moi, bajo el liderazgo del PCV, Vietnam alcanzó logros integrales, significativos e importantes. De un país atrapado en la crisis socioeconómica y el subdesarrollo, se convirtió en una nación en vías de desarrollo con ingreso medio, que avanza a pasos agigantados hacia la industrialización, modernización e integración global. Las condiciones de vida han mejorado, la democracia se ha promovido, mientras que la unidad nacional se ha consolidado.
Mientras tanto, se han fortalecido las filas partidistas, el Estado de derecho socialista y el sistema político, a la par de consolidar la fuerza del país en todos los ámbitos y salvaguardar la independencia, la soberanía, la integridad territorial y el socialismo. Las relaciones exteriores se han ampliado y profundizado, y se ha elevado la posición de Vietnam en la arena internacional.
En el período 1996-2000, la economía de Vietnam alcanzó un ritmo de crecimiento anual de siete por ciento, en comparación con el 4,4 por ciento registrado a inicios del Doi Moi, de 1986 a 1990.
Según el Informe Político de octubre de 2020, que se presentará en el XIII Congreso Nacional del PCV, se estima que la economía creció un 5,9 por ciento anual en el período estratégico 2011-2020, uno de los niveles más altos en la región y el mundo.
Desde 2010 hasta 2020, el Producto Interno Bruto (PIB) de Vietnam se multiplicó 2,4 veces, de 116 mil millones a 268 mil 400 millones de dólares. Mientras, el PIB per cápita subió de mil 331 a dos mil 750 dólares.
En los últimos 10 años, los destinos de las exportaciones vietnamitas se han diversificado y multilateralizado. El país entregó sus productos a más de 200 mercados, con una tendencia alcista hacia los países con alto nivel de desarrollo y las economías cuyas exportaciones muestran la complementariedad con los envíos nacionales.
Vietnam es una de las 10 economías más abiertas del mundo, con un coeficiente de comercio respecto del PIB constantemente en alza, de 136 por ciento en 2010 a 200 por ciento en 2019.
Pese a los impactos de la pandemia del COVID-19, Vietnam alcanzó un superávit comercial récord de 20 mil 100 millones de dólares en los primeros 11 meses de 2020.
Tras superar durante 35 años grandes desafíos y dificultades para llevar a cabo las reformas en la economía, política y sociedad, entre otros aspectos, Vietnam ya puede confirmar que poner en marcha el Doi Moi fue una decisión acertada, que colocó al país en una nueva trayectoria de desarrollo y dio respuesta a las aspiraciones del pueblo, captando de paso las tendencias globales.
El Doi Moi iniciado y liderado por el PCV desde su VI Congreso Nacional es una gran obra creativa. Tras 35 años repletos tanto de oportunidades como obstáculos, ese proceso alcanzó grandes logros de importancia histórica.
En el futuro cercano, con una visión acertada, la voluntad férrea de desarrollo, la creatividad y una alta determinación política, Vietnam alcanzó nuevos avances para construir un pueblo próspero y un país potente, democrático, equitativo y civilizado, cumpliendo el sueño del Presidente Ho Chi Minh y la aspiración de la nación./.