Singapur (VNA) El “pollo de laboratorio”, un tipo de carne cultivada en biorreactores con células animales, ya se introduce en el menú del restaurante 1880 en Singapur, con la esperanza de reducir los daños ambientales causados por la producción de alimentos de los seres humanos.
Un grupo de estudiantes de entre 14 y 18 años de edad fueron los primeros en degustar los platos elaborados de ese tipo de carne. Debido a las restricciones contra el COVID-19, ese evento no contó con la presencia de la prensa.
A inicios del mes, el startup estadounidense Eat Just informó que Singapur dio luz verde a las ventas del pollo de laboratorio, convirtiéndose en el primer país que permite la comercialización de productos considerados “cárnicos”, pero no procedentes de animales matados.
El director ejecutivo de Eat Just, Josh Tetrick, afirmó que la comercialización de ese producto acercará a los seres humanos a un mundo donde puedan comer carne sin destruir los bosques, dañar el hábitat de los animales ni utilizar antibióticos.
Al estimar que la demanda de carne crecerá más de 70 por ciento en 2050, aseguró que los productos cárnicos cultivados en el laboratorio desempeñarán un papel importante en la garantía del suministro de alimentos seguros./.