Máximos dirigentes del congreso bicameral de Filipinas mostraron su profunda preocupación ante la ilícita instalación china de una plataforma petrolífera en las aguas vietnamitas y confirmaron su apoyo a Vietnam en los asuntos del Mar Oriental.

En un encuentro hoy con el primer ministro de Vietnam, Nguyen Tan Dung, quien participa en el Foro Económico Mundial sobre Asia Oriental, celebrada en Manila, el presidente de Cámara de Representantes, Feliciano Belmonte, subrayó que es una cuestión de ambos estados.

Reiteró la necesidad de convocar el respaldo internacional porque circulan en esta zona marítima unos 30 ó 40 por ciento de mercancías mundiales.

Vietnam y Filipinas, junto con ASEAN y la comunidad mundial, debe unir la mano para contener las acciones agresivas chinas las cuales violan las normas internacionales y los derechos sobre mares e islas de otros países, aseveró.

Dijo que lo que China está haciendo con Filipinas y Vietnam sólo es un punto inicial en los intentos de este país de materializar la ilegal “línea de nueve tramos” y agregó que si no se fuerza la solidaridad, otros estados podrán convertirse en próximas víctimas.

Puso énfasis de que la Cámara Baja filipina apoya la postura de líderes de los dos países de exhortar a China a poner fin esa acción violatoria y cumplir estrictamente la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) de 1982 y la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar Oriental (DOC).

A su vez, el primer ministro Nguyen Tan Dung declaró que la soberanía en esa zona marítima está sometida gravemente y calificó esa acción china de peligrosa y amenazante a la paz, estabilidad y seguridad de navegación en el Mar Oriental.

Ratificó la posición consecuente del país de exigir a China el retiro inmediato de la perforadora petrolera y los barcos acompañantes de las aguas vietnamitas. Hanoi puede recurrir a las medidas jurídicas en concordancia con las normas internacionales para proteger sus derechos legítimos.

La tensa situación actual, subrayó, urge a ASEAN tener una Declaración conjunta en contra de esos actos ilegales.

En cuanto a las relaciones bilaterales, reiteró la disposición de profundizar y elevarlas a una nueva altura, en beneficio de intereses de los dos pueblos, por la paz, estabilidad y desarrollo en la región.

En el encuentro con el presidente del Senado filipino, Franklin Drilon, Tan Dung manifestó su satisfacción ante el avance de los nexos Hanoi-Manila e informó sobre la decisión de crear un Comité mixto para una hoja de ruta hacia una asociación estratégica.

Destacó la necesidad de fortalecer la cooperación con la ASEAN y la comunidad internacional para condenar la acción violatoria de China en el Mar Oriental y reiteró la posición de ambos países resolver las diferencias por vías pacíficas, sobre el espíritu de la UNCLOS y DOC.

Al compartir esa opinión, Drilon expresó el deseo de que ambos estados se intensifiquen su colaboración en los dominios de la política, diplomacia y cooperación económica, comercial e inversionista.

China estableció arbitrariamente una línea de base ambigua (conocida como de “nueve tramos”, en “forma de U” o en “forma de lengua”) que comprende el 80 por ciento de la superficie del Mar Oriental, lo cual va totalmente en contra de la Convención de la ONU sobre el Derecho en el Mar (UNCLOS) de 1982 y viola la soberanía marítima de países vecinos.

Como parte de esa estrategia ambiciosa e infundada, Beijing busca crear “zonas de disputa” imaginarias en aguas totalmente jurisdiccionales de otras naciones, para imponer luego su política superficialmente pacífica de “ceder en los litigios para explotar juntos”.

A principios de mayo, China emplazó de forma perversa la plataforma petrolífera Haiyang Shiyou-981, escoltada por numerosos barcos armados, naves militares y aviones de combate, en un lugar a 80 millas marinas dentro de la zona económica exclusiva de Vietnam.

Esos barcos acompañantes realizaron agresivos ataques, como el uso de cañones de agua de alta presión y choques físicos a las embarcaciones oficiales y civiles de Vietnam, causando múltiples lesiones humanas y pérdidas materiales.

Tal peligrosa movida es una clara y grave violación de las leyes internacionales, sobre todo de la UNCLOS, y la Declaración de Conducta en el Mar Oriental firmada por el propio Estado chino. También amenaza directamente la paz, la estabilidad, la seguridad y la libertad de navegación en el Mar Oriental.
– VNA