Moscú (VNA)- El periódico ruso Sputnik publicó un artículo sobre el rápido ritmo de desarrollo socioeconómico de Vietnam, en el cual resaltó que la economía del país indochino aún crece un 1,81 por ciento pese a la pandemia del COVID-19, cuando el mundo sufre la peor crisis desde la Gran Depresión en los años 1930.
Particularmente, el Banco Asiático de Desarrollo predijo que a finales de año ese índice alcanzará un 4,1 por ciento, el más alto entre los países del Sudeste Asiático, destaca el medio.
Una de las fuerzas impulsoras de ese crecimiento radica en el constante flujo de inversión extranjera directa. En los primeros ocho meses del año, Vietnam atrajo casi 20 mil millones de dólares, de los cuales la tasa de capital recién registrado aumentó en un 6,6 por ciento en comparación con 2019.
Según los datos, entre las compañías foráneas que se esfuerzan por expandir la producción en el Sudeste Asiático, hasta el 40 por ciento de ellas consideran a Vietnam un destino adecuado para el desarrollo empresarial.
Además de la mano de obra joven, la situación política estable, las leyes de inversión favorables y la infraestructura desarrollada, otra ventaja de Vietnam que atrae a los inversionistas es su ubicación cerca de China, lo que facilita el uso de materiales provenientes del gigante asiático.
Por otra parte, el trabajo duro, la disciplina y el nivel de habilidad de los trabajadores vietnamitas permiten la fabricación de productos de alta tecnología.
Vladimir Mazyrin, profesor de la Universidad Estatal Lomonosov de Moscú y también jefe del Centro de Estudio de Vietnam y ASEAN de la Academia rusa de Ciencias, comentó que en la clasificación del Fondo Monetario Internacional sobre el Producto Interno Bruto, Vietnam ocupa el puesto 33 en términos de PPA (paridad de poder adquisitivo), por detrás de Indonesia, Tailandia, Malasia y Filipinas en la región.
El avance en la tasa de crecimiento de Vietnam será aún mayor después de la epidemia, porque el país indochino mantiene un buen desempeño en la superación del COVID-19 y sus consecuencias, gracias a las políticas y medidas de las autoridades locales, subrayó./.
Particularmente, el Banco Asiático de Desarrollo predijo que a finales de año ese índice alcanzará un 4,1 por ciento, el más alto entre los países del Sudeste Asiático, destaca el medio.
Una de las fuerzas impulsoras de ese crecimiento radica en el constante flujo de inversión extranjera directa. En los primeros ocho meses del año, Vietnam atrajo casi 20 mil millones de dólares, de los cuales la tasa de capital recién registrado aumentó en un 6,6 por ciento en comparación con 2019.
Según los datos, entre las compañías foráneas que se esfuerzan por expandir la producción en el Sudeste Asiático, hasta el 40 por ciento de ellas consideran a Vietnam un destino adecuado para el desarrollo empresarial.
Además de la mano de obra joven, la situación política estable, las leyes de inversión favorables y la infraestructura desarrollada, otra ventaja de Vietnam que atrae a los inversionistas es su ubicación cerca de China, lo que facilita el uso de materiales provenientes del gigante asiático.
Por otra parte, el trabajo duro, la disciplina y el nivel de habilidad de los trabajadores vietnamitas permiten la fabricación de productos de alta tecnología.
Vladimir Mazyrin, profesor de la Universidad Estatal Lomonosov de Moscú y también jefe del Centro de Estudio de Vietnam y ASEAN de la Academia rusa de Ciencias, comentó que en la clasificación del Fondo Monetario Internacional sobre el Producto Interno Bruto, Vietnam ocupa el puesto 33 en términos de PPA (paridad de poder adquisitivo), por detrás de Indonesia, Tailandia, Malasia y Filipinas en la región.
El avance en la tasa de crecimiento de Vietnam será aún mayor después de la epidemia, porque el país indochino mantiene un buen desempeño en la superación del COVID-19 y sus consecuencias, gracias a las políticas y medidas de las autoridades locales, subrayó./.
VNA