El Presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, exhortó a todas las partes concernientes resolver sus controversias en el Mar Oriental mediante vías pacíficas para mantener la estabilidad en la región.

En una rueda de prensa ayer en Manila después del encuentro con su homólogo filipino, Benigno Aquino III, el mandatario indonesio reafirmó que la postura de su país y la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia (ASEAN) es resolver de manera pacífica las disputas, no usar fuerzas y respetar las leyes internacionales.

En el marco de la visita de Yudhoyono a Filipinas, las dos partes firmaron un memorando para determinar el límite entre sus zonas económicas exclusivas en el mar tras 20 años de negociaciones.

Se trata de un hito importante en las relaciones Yakarta- Manila, un dinámico para sus lazos en el futuro.

Con anterioridad, el canciller indonesio, Marty Natalegawa, prometió que su país se esforzará para aliviar las tensiones actuales en el Mar Oriental, provocadas por la colocación ilegal por parte de China de su plataforma petrolera Haiyang Shiyou- 981 en las aguas vietnamitas.

Estas tensiones no son problemas bilaterales entre Hanoi y Beijing, sino regionales, expresó el diplomático, quien urgió a la ASEAN tener su “responsabilidad especial”.

Ratificó que los actos chinos violaron la Declaración de Conducta en el Mar Oriental entre la ASEAN y China (DOC) tras recordar que Beijing se comprometió cumplir este acuerdo.

China estableció arbitrariamente una línea de base ambigua (conocida como de “nueve tramos”, en “forma de U” o en “forma de lengua”) que comprende el 80 por ciento de la superficie del Mar Oriental, lo cual va totalmente en contra de la Convención de la ONU sobre el Derecho en el Mar (UNCLOS) de 1982 y viola la soberanía marítima de países vecinos.

Como parte de esa estrategia ambiciosa e infundada, Beijing busca crear “zonas de disputa” imaginarias en aguas totalmente jurisdiccionales de otras naciones, para imponer luego su política superficialmente pacífica de “ceder en los litigios para explotar juntos”.

A principios de mayo, China emplazó de forma perversa la plataforma petrolífera Haiyang Shiyou-981, escoltada por numerosos barcos armados, naves militares y aviones de combate, en un lugar a 80 millas marinas dentro de la zona económica exclusiva de Vietnam.

Esos barcos acompañantes realizaron agresivos ataques, como el uso de cañones de agua de alta presión y choques físicos a las embarcaciones oficiales y civiles de Vietnam, causando múltiples lesiones humanas y pérdidas materiales.

Tal peligrosa movida es una clara y grave violación de las leyes internacionales, sobre todo de la UNCLOS y la DOC firmada por el propio Estado chino. También amenaza directamente la paz, la estabilidad, la seguridad y la libertad de navegación en el Mar Oriental. – VNA