Presidente vietnamita exige construir fuerzas armadas populares fuertes en la nueva era

La guerra de resistencia contra el imperialismo estadounidense para la salvaguarda nacional terminó hace medio siglo, pero las lecciones aprendidas en la construcción de las fuerzas armadas populares aún conservan su valor tanto en la teoría como en la práctica. Con motivo del 50.º aniversario de la Liberación del Sur y la Reunificación Nacional, el presidente de Vietnam, Luong Cuong, escribió un artículo para compartir experiencias sobre la construcción de unas fuerzas armadas populares fuertes en la nueva era.

El presidente de Vietnam, Luong Cuong. (Foto: VNA)
El presidente de Vietnam, Luong Cuong. (Foto: VNA)

Hanoi (VNA)- La guerra de resistencia contra el imperialismo estadounidense para la salvaguarda nacional terminó hace medio siglo, pero las lecciones aprendidas en la construcción de las fuerzas armadas populares aún conservan su valor tanto en la teoría como en la práctica. Con motivo del 50.º aniversario de la Liberación del Sur y la Reunificación Nacional, el presidente de Vietnam, Luong Cuong, escribió un artículo para compartir experiencias sobre la construcción de unas fuerzas armadas populares fuertes en la nueva era.

La Agencia Vietnamita de Noticias les presenta el texto íntegro del artículo:

VICTORIA DE LA GUERRA DE RESISTENCIA CONTRA EL IMPERIALISMO ESTADOUNIDENSE PARA LA SALVAGUARDA NACIONAL: LECCIONES SOBRE LA CONSTRUCCIÓN DE FUERZAS ARMADAS POPULARES FUERTES EN LA NUEVA ERA

Luong Cuong

Miembro del Buró Político, Presidente de la República Socialista de Vietnam

El triunfo de la guerra de resistencia contra el imperialismo estadounidense para la salvaguarda nacional, que culminó en la Gran Victoria de la Primavera de 1975, fue una hazaña contundente en la historia de miles de años de lucha por la construcción y defensa de Vietnam. “Quedará escrita en la historia de nuestro pueblo eternamente como una de las páginas más gloriosas y un símbolo espléndido de la victoria total del heroísmo revolucionario y la sabiduría humana, y pasará a la historia mundial como una gran proeza del siglo XX y un acontecimiento de gran importancia internacional y profunda trascendencia histórica”. Este hecho victorioso abrió una nueva era en la historia de la nación: la era de la independencia, reunificación y transición hacia el socialismo.

La victoria de la guerra de resistencia contra el imperialismo estadounidense para la salvaguarda nacional fue el resultado de muchos factores, a saber: el ingenioso y sabio liderazgo del Partido y el Presidente Ho Chi Minh, con sus estrategias y metodologías revolucionarias y concertadas; el espíritu de lucha heroico, resiliente, ingenioso y creativo de nuestro Ejército y pueblo durante 21 años de resistencia prolongada, ardua y sacrificada; la fuerza del gran bloque de unidad nacional, que reúne el significativo apoyo de la retaguardia del Norte y la voluntad inquebrantable del frente del Sur; la solidaridad y los estrechos vínculos entre los tres países Vietnam-Laos-Camboya, junto con la enorme y valiosa ayuda de la Unión Soviética, China y otros países socialistas hermanos, la simpatía, el respaldo y el aliento de los pueblos progresistas y amantes de la paz en el mundo.

A esa gran victoria contribuyeron las destacadas hazañas de las fuerzas armadas populares y los sacrificios de millones de héroes y mártires. El IV Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam (diciembre de 1976) patentizó: “El Congreso Nacional elogia a los heroicos oficiales y soldados de las fuerzas armadas populares, quienes durante décadas lucharon con gran valentía, desde palos de bambú y fusiles de chispa, se convirtieron en poderosos ejércitos, derrotaron a los crueles enemigos, lograron gloriosas hazañas desde la batalla de Dien Bien Phu hasta la Campaña de Ho Chi Minh, haciendo brillar la gloriosa tradición de nuestro Ejército y escribiendo junto con todo el pueblo la milagrosa epopeya heroica de la guerra revolucionaria vietnamita”.

uuidb111d04f-4724-432a-ac8d-2e65334c3296code001library1type1mode1loctruecaptrue.jpg
El tanque del Ejército de Liberación entra al Palacio de la Independencia a mediodía del 30 de abril de 1975, marcando la victoria de la guerra de resistencia contra Estados Unidos, la liberación del Sur y la reunificación nacional. (Foto: VNA)

Para llevar a cabo con éxito las tareas estratégicas en la guerra de resistencia contra el imperialismo norteamericano, el Partido y el Estado prestaron especial atención a la construcción de unas fuerzas armadas populares fuertes, que actúen como núcleo central para acompañar a todo el pueblo a expulsar a los invasores y defender firmemente los logros de la Revolución. La guerra terminó hace medio siglo, pero las lecciones aprendidas en la construcción de las fuerzas armadas populares durante esa contienda siguen siendo valiosas tanto en la teoría como en la práctica:

Primero, se trata de mantener y consolidar el liderazgo absoluto y directo del Partido en todos los aspectos, así como la gestión y administración centralizada y unificada del Estado sobre las fuerzas armadas populares.

Esta no solo es una lección memorable en la guerra de resistencia contra el imperialismo estadounidense para la salvaguarda nacional, sino también un principio inalterable en la construcción de las fuerzas armadas populares del Partido y el Estado. En las primeras etapas de la guerra de resistencia, el duodécimo pleno ampliado del Comité Central del Partido del II mandato (marzo de 1957) emitió una Resolución sobre la construcción del Ejército y el fortalecimiento de la defensa. La Resolución estableció el lema de “construir activamente un Ejército Popular sólido y avanzado gradualmente hacia la regularización y la modernización” y determinó que la construcción del Ejército y el fortalecimiento de la defensa es tarea de todo el Partido, el Ejército y el pueblo. Para llevar a cabo con éxito esa tarea, la Resolución declaró: “El factor decisivo es fortalecer el liderazgo del Partido y el Gobierno”. Aplicando ese documento, bajo el liderazgo absoluto y directo del Partido en todos los aspectos, la gestión y administración centralizada y unificada del Estado, y el cuidado y la asistencia del pueblo, el Ejército vietnamita se ha desarrollado y fortalecido continuamente, con todos sus componentes: la Infantería, la Armada, la Defensa Aérea - Fuerza Aérea y los cuerpos militares principales; junto con otras fuerzas y todo el pueblo, creando una fuerza combinada para derrotar sucesivamente las estrategias de guerra del imperialismo estadounidense y el gobierno títere de Saigón.

Además de liderar la construcción del Ejército Popular, el Partido y el Estado otorgan gran atención a la construcción, consolidación y desarrollo de la Seguridad Pública Popular, la Milicia y la Fuerza de Autodefensa. El Comité Central del Partido, el Buró Político y el Secretariado emitieron numerosas resoluciones y directivas importantes para dirigir la construcción de la Seguridad Pública Popular, convirtiéndola en una fuerza absolutamente leal al Partido y el Estado, estrechamente vinculada a las masas, con una combatividad sólida, carácter armado y organización efectiva, que sea competente en habilidades profesionales y cualificaciones científicas y técnicas. Colocaron a la Seguridad Pública Popular bajo el liderazgo “directo, cabal y unificado en todos los aspectos” del Partido. En cuanto a la Milicia y la Fuerza de Autodefensa, durante la guerra de resistencia contra el imperialismo estadounidense para la salvaguarda nacional, el Partido abogó por “determinar la consolidación como pilar principal, impulsar el desarrollo gradual y firme en todas las partes, concentrándose en áreas clave”, y “que las nuevas fábricas, construcciones y granjas deben contar con organizaciones de autodefensa y cuadros a cargo de la dirección directa”. De ese modo, la Milicia y la Fuerza de Autodefensa se construyeron y desarrollaron firme y ampliamente, garantizando tanto la producción laboral como la seguridad y las tareas de combate cuando sea necesario.

Se prevé que en el futuro, la situación mundial seguirá presentando muchas fluctuaciones, con evoluciones rápidas, complejas e impredecibles. En el país, la causa de la renovación, la construcción y la salvaguarda de la Patria ha alcanzado grandes logros de trascendencia histórica, con creciente fomento de la fortuna, el potencial, la posición y el prestigio internacional del país, lo cual constituye una premisa importante para que Vietnam ascienda en la nueva era de desarrollo.

Sin embargo, junto con las ventajas, el país también enfrenta muchas dificultades y desafíos. Surgen nuevos problemas complejos, especialmente aquellas limitaciones, debilidades y contradicciones en la sociedad que aún no se han resuelto completamente. Mientras, las fuerzas hostiles intensifican sus actividades de sabotaje, niegan el papel de liderazgo del Partido y buscan “despolitizar” las fuerzas armadas. Esta situación exige mantener y fortalecer el liderazgo absoluto y directo en todos los aspectos del Partido, así como la gestión y dirección centralizada y unificada del Estado sobre las fuerzas armadas populares y la causa de la defensa, la seguridad y la protección de la Patria, lo cual se vuelve cada vez más urgente y tiene un significado decisivo en el proceso de desarrollo, madurez, lucha y victoria de las fuerzas armadas populares.

El nuevo contexto exige que continuemos impulsando la construcción y rectificación del Partido y del sistema político con directrices y soluciones drásticas, sincronizadas, constantes y continuas, de manera integral en los aspectos político, ideológico, de la ética, organización y personal. Junto con el fortalecimiento de la eficacia y eficiencia en el liderazgo de los sectores económico, cultural, social y de relaciones exteriores, el Partido y el Estado continúan dirigiendo la construcción y consolidación de la postura de defensa de todo el pueblo y la postura de seguridad pública popular, asociada con el fortalecimiento de la “postura combativa basada en el apoyo de las masas”. Se debe construir unas fuerzas armadas populares revolucionarias, regulares, de élite y modernas; sólidas en lo político, con alta calidad y combatividad, que actúen como núcleo en la causa de la defensa, la seguridad y la protección de la Patria en la nueva situación. Además, es necesario continuar con la investigación teórica, la recopilación de experiencias prácticas y el perfeccionamiento del mecanismo de liderazgo del Partido y de la gestión y dirección del Estado sobre las fuerzas armadas populares, vinculados al fortalecimiento de la eficacia del trabajo del Partido y político. Todo esto contribuye a mantener y reforzar el liderazgo absoluto y directo del Partido en todos los aspectos, así como la gestión centralizada y unificada del Estado sobre esas fuerzas, satisfaciendo así las nuevas exigencias y tareas, y evitando caer en la pasividad o la sorpresa ante cualquier situación.

Segundo, es especialmente importante dar prioridad a la construcción de los factores políticos y espirituales de las fuerzas armadas populares.

Al interiorizar profundamente la perspectiva de V.I.Lenin: “En toda guerra, la victoria depende, en última instancia, del estado de espíritu de las masas que vierten su sangre en el campo de batalla” y la visión del Presidente Ho Chi Minh: “Ningún ejército, ninguna arma puede derrotar el espíritu de sacrificio de toda una nación”, nuestro Partido y Estado siempre han dado gran importancia a la construcción y promoción de los factores políticos y espirituales de las fuerzas armadas populares y de todo el pueblo, especialmente durante la lucha contra el imperialismo estadounidense para salvar la Patria, cuando nuestro ejército y pueblo tuvieron que luchar contra un enemigo brutal, con un potencial económico y militar de primer nivel mundial. Nuestro Partido señala claramente: “Desde el punto de vista ideológico, debemos comprender profundamente la idea de que la lucha prolongada y la autosuficiencia llevarán a la victoria; debemos fomentar la voluntad indomable, el espíritu valiente de lucha, superar todas las dificultades y penurias, con la firme determinación de derrotar al enemigo y salvar la Patria, avanzando hacia la completa liberación del sur y la reunificación del país; debemos ser siempre vigilantes, guardar y ocultar hábilmente nuestras fuerzas, evitar la imprudencia y la impaciencia; debemos educar el espíritu de no ser arrogante en la victoria y no desanimarse en la derrota”.

Para construir unas fuerzas armadas populares fuertes, capaces de cumplir con las exigencias de la larga, ardua y feroz lucha de resistencia, nuestro Partido plantea que, en primer lugar, se debe fortalecer el trabajo de educación política, liderazgo ideológico y llevar a cabo una rectificación política en todo el ejército, consolidando la posición de la clase obrera y campesina, elevando el nivel de conciencia socialista, el espíritu patriótico estrechamente vinculado con un genuino internacionalismo, reforzando la vigilancia revolucionaria y cultivando el espíritu de lucha; superar las ideas de desánimo, el espíritu de autoindulgencia, la arrogancia, la libertad sin organización y la falta de disciplina. Gracias a la construcción de factores políticos y espirituales sólidos, las fuerzas armadas populares no temieron a las dificultades ni los sacrificios, no se sometieron ante un enemigo brutal, lucharon valientemente, con astucia y creatividad, logrando grandes victorias y, junto al pueblo, alcanzaron un triunfo monumental en la guerra de resistencia contra el imperialismo estadounidense para salvar la Patria; todo esto engrandeció la nación y el pueblo vietnamita en la era de Ho Chi Minh.

La fortaleza de las fuerzas armadas populares radica en muchos factores, de los cuales los políticos y espirituales son los fundamentales. Siguiendo el principio de “Las personas primero, las armas después” del Presidente Ho Chi Minh, en la situación actual, continuar estableciendo la construcción de unas fuerzas armadas populares sólidas en lo político es una tarea prioritaria, un asunto fundamental que sirve de base para mejorar la calidad integral y la capacidad combativa de las fuerzas armadas populares. Siguiendo este principio, primero debemos fortalecer la propaganda, educación y concienciación sobre la política, la estrategia militar, la defensa y la seguridad del Partido entre los oficiales y soldados de las fuerzas armadas populares. Sobre la base de una comprensión profunda de la visión de que “la garantía de la defensa y la seguridad es una prioridad, una tarea constante”, las fuerzas armadas populares deben elevar el espíritu de vigilancia revolucionaria, mantener un conocimiento firme de la situación, asesorar y gestionar de manera directa, oportuna y eficaz cualquier situación relacionada con la defensa, la seguridad, las relaciones exteriores, evitando ser sorprendidos o quedar a la defensiva, previniendo riesgos de guerra, conflictos, y amenazas a la seguridad y el orden, asegurando la protección de la Patria desde temprano y a distancia; defendiendo el país incluso cuando aún no está en peligro.

uuidc2dafea8-8908-47c7-961a-77dd9dd52c16code001library1type1mode1loctruecaptrue.jpg
La Fuerza Aérea de Vietnam ha sido equipada con aviones de combate Su-30MK2. (Foto: VNA)

Ante la aparición de nuevas formas de guerra, tipos de operaciones, espacios estratégicos y métodos de liberar la guerra, la Comisión Militar Central, perteneciente al Ministerio de Defensa, la Comisión Central de Seguridad Pública del Ministerio homónimo, y los comités partidistas, mandos y autoridades en todos los niveles deben prestar especial atención a la dirección, supervisión, educación y formación de los oficiales y soldados de las fuerzas armadas populares en todos los aspectos; seguir elevando la fortaleza política, el espíritu patriótico y el heroísmo revolucionario, dispuestos a soportar dificultades, sacrificios, y estar listos para luchar, saber cómo luchar y con la determinación de derrotar a cualquier enemigo, defendiendo firmemente la República Socialista de Vietnam en todas las situaciones.

Tercero, construir las fuerzas armadas populares en número suficiente, con organización, estructura y composición coherentes, equilibradas y razonables, con calidad integral y alta capacidad de combate.

Para cumplir con los requisitos de la lucha de resistencia contra el imperialismo estadounidense para la independencia nacional, el Partido y el Estado de Vietnam continuaron construyendo y desarrollando las fuerzas armadas populares, que constan de tres tropas: tropas de fuerza principal, tropas locales y milicias de autodefensa. La resolución del Buró Político (en una reunión del 6 al 10 de diciembre de 1962) sobre la situación, las direcciones y las tareas inmediatas del trabajo revolucionario en el sur de Vietnam estableció el principio de construcción y desarrollo de las fuerzas armadas en el sur, en la cual se especificó: “Desarrollar ampliamente las guerrillas y las milicias, mejorar la calidad de las tropas de fuerza principal y tropas locales”; al mismo tiempo, se definieron claramente las direcciones y la cantidad específica de cada tropa que se debía desarrollar en el sur.

En esta guerra de resistencia, el Partido y el Estado de Vietnam construyeron y desarrollaron la fuerza principal, que incluía cuerpos y servicios militares. En este contexto, se construyeron las divisiones principales como la fuerza de vanguardia en el campo de batalla en el sur. La Fuerza de Defensa Aérea-Antiaérea y la Armada fueron construidas y desarrolladas de manera cada vez más fuerte, luchando junto con el pueblo y otras fuerzas para derrotar la guerra de destrucción por aire y mar de los imperialistas estadounidenses contra el norte. Paralelamente, se organizaron y desarrollaron los frentes y los bloques principales en las áreas, las tropas de transporte estratégico en la carretera de Truong Son, lo que permitió que la fuerza principal fuera realmente clave para llevar a cabo la estrategia de control y ataque para destruir al enemigo en todo el país, luchando junto con todo el pueblo para liberar completamente el sur y lograr la reunificación nacional.

Bajo el liderazgo y dirección del Partido y el Estado, las tropas locales se establecieron y desarrollaron rápidamente en todo el país, mostrando una mejora en calidad durante la lucha de resistencia contra los imperialistas estadounidenses. En el norte, se formaron las tropas locales para cumplir con la tarea de proteger el régimen socialista, con la creación de numerosas unidades de infantería, defensa aérea, ingeniería y artillería. En el campo de batalla en el sur, todos los distritos, ciudades, provincias y municipios organizaron tropas locales para desarrollar las luchas armadas políticas, promoviendo las tres líneas de ataque (militar, política y movilización) en las tres zonas estratégicas (montañas y bosques, llanuras rurales y áreas urbanas).

Las milicias de autodefensa fueron desarrolladas ampliamente bajo el principio de tener un liderazgo de organización partidista, adaptándose a las condiciones de cada localidad, campo de trabajo, granja, fábrica, empresa, con una escala pequeña y adecuada a los diferentes tipos de guerra y situaciones.

La construcción de las fuerzas armadas populares en la lucha de resistencia contra el imperialismo estadounidense garantizó un equilibrio entre las distintas tropas y fuerzas, acorde con el desarrollo de la lucha armada revolucionaria, la posición estratégica de cada tropa, la doctrina de la guerra popular en cada etapa, en cada campo de batalla y en todo el país. Cada tropa y cada fuerza fue entrenada y perfeccionada de manera integral, incrementando continuamente su calidad y fuerza de combate, cumpliendo con los requisitos operacionales; coordinándose estrechamente con otras fuerzas, creando una fortaleza total en la estrategia de guerra popular, lo que llevó al pueblo a la Gran Victoria de la Primavera de 1975.

Hoy en día, frente a los nuevos desafíos y tareas, las fuerzas armadas populares deben continuar investigando, ajustando, reorganizando y garantizando una calidad, cantidad, estructura y composición adecuadas. Así, deben implementar de manera profunda y efectiva la política del Partido y el Estado sobre la organización y simplificación del aparato del sistema político, asegurando eficacia en su funcionamiento; sobre la construcción del Ejército Popular y la Seguridad Pública Popular, especialmente la Resolución No. 05-NQ/TW del 17 de enero de 2022 del Buró Político sobre la organización del Ejército Popular de Vietnam en el período 2021-2030 y los años siguientes, la Resolución No. 12-NQ/TW del 16 de marzo de 2022 sobre el fortalecimiento de la construcción de una Seguridad Pública Popular verdaderamente limpia, fuerte, profesional, de élite y moderna, para cumplir con los requisitos y tareas de la nueva situación.

Es necesario continuar ajustando la organización del Ejército Popular para que sea ágil, compacto y fuerte, combinado con la reorganización de las fuerzas y la mejora de la calidad de los recursos humanos, garantizando la integralidad, sincronización y racionalidad entre los componentes y fuerzas, de acuerdo con la política de defensa nacional, la guerra popular y la capacidad de asegurar armas y equipos; ajustar la organización de la Seguridad Pública Popular hacia una estructura eficiente, con un enfoque integral, fuerte a nivel local y que esté cerca de la base; construir una fuerza de reserva militar poderosa y una milicia de autodefensa fuerte, extendida en todas las regiones y en el mar. Es importante mejorar la calidad del entrenamiento militar, las habilidades tácticas y técnicas, la educación política, la formación integral vinculada a garantizar buenos suministros y apoyo técnico para las fuerzas armadas populares; promover la integración internacional y la diplomacia de defensa y seguridad, contribuyendo a mejorar la calidad y la fuerza de combate de las fuerzas armadas, para cumplir con las tareas de defensa nacional y seguridad, protegiendo la Patria en la nueva situación.

Cuarto, garantizar las armas y equipos técnicos para las fuerzas armadas populares; investigar activamente, aplicar de manera flexible y creativa el arte militar vietnamita para adaptarse a los diferentes tipos de guerra y la evolución de las situaciones de combate.

En la guerra de resistencia contra los imperialistas estadounidenses, junto con la visión de “primero las personas, luego las armas”, el Partido y el Estado de Vietnam siempre han considerado las armas y el equipamiento como factores fundamentales que determinan la fuerza de combate de las fuerzas armadas. A partir de esto, el Partido y el Estado han implementado diversas medidas para mejorar y garantizar las armas, equipos y medios técnicos para las fuerzas armadas siguiendo el principio de: “combinar armas simples, armas convencionales y armas relativamente modernas, avanzando hacia la modernización”. Las principales medidas para mejorar y garantizar las armas y equipos durante este período fueron: la compra, la recepción de ayuda, la producción nacional, la recolección de materiales del enemigo; y, al mismo tiempo, el uso hábil y creativo de las armas y equipos existentes con una eficiencia elevada. Gracias a esto, las fuerzas armadas populares, especialmente el Ejército Popular, han tenido un sistema de armas y equipos relativamente coherente y moderno, asegurando el aumento de la calidad y la capacidad de combate, permitiéndoles derrotar al enemigo invasor con ventajas superiores en armamento y equipo.

Paralelamente con la garantía de armas y equipos para las fuerzas armadas populares, el Partido y el Estado han prestado especial atención a la investigación, el desarrollo y la aplicación creativa, flexible y hábil del arte militar en las nuevas condiciones de la guerra de resistencia contra el imperialismo estadounidense. La ley de desarrollo de esta guerra en el sur fue la combinación de lucha armada y lucha política, guerra revolucionaria y levantamiento armado, ofensiva militar y levantamiento de masas, destruyendo al enemigo y ganando el control. En este contexto, la lucha armada desempeñó un papel decisivo, especialmente en la última etapa de la guerra, con grandes campañas militares. Las unidades de las fuerzas armadas del pueblo aplicaron de manera flexible y creativa el arte de la guerra en cada batalla y cada campaña, especialmente en el arte de organizar y utilizar fuerzas, el arte de maniobrar fuerzas, el arte de establecer una formación, el arte de las fintas, el arte de elegir direcciones, líneas y formas de ataque, creando una ventaja de poder para lograr victorias graduales y avanzar hacia la victoria final.

En la actualidad, ante el fuerte desarrollo de la ciencia, la tecnología y la Cuarta Revolución Industrial, garantizar armas y equipos técnicos militares y de seguridad de nueva generación y modernos para las fuerzas armadas se ha convertido en una tendencia de muchos países en el mundo. La modernización de las fuerzas armadas, especialmente del Ejército Popular y la Policía Popular, es una orientación acertada del Partido y del Estado, adecuada a las condiciones y al contexto del desarrollo socioeconómico del país, así como a la tendencia del avance de la ciencia y la tecnología militar y de seguridad a nivel mundial. Para materializar esta orientación, junto con la construcción del factor humano como núcleo y elemento decisivo, es necesario prestar atención a la adecuada garantía de armas y equipos técnicos para las fuerzas armadas y una solución sostenible y de largo plazo es el desarrollo de las industrias de defensa y de seguridad. Es preciso continuar interiorizando y aplicando de manera eficaz las orientaciones y directrices sobre el desarrollo de las industria de defensa y de seguridad, bajo el enfoque de proactividad, autosuficiencia, resiliencia, uso dual, modernidad, estrecha vinculación y transformación en punta de lanza de la industria nacional, respondiendo así a los requerimientos de modernización y asegurando eficazmente armas y equipos para las fuerzas armadas en toda circunstancia. Al mismo tiempo, se debe impulsar la investigación teórica, el balance de la práctica y la referencia de experiencias internacionales para desarrollar el arte militar y el arte de proteger la seguridad nacional y la tranquilidad social en la nueva situación.

Quinto, establecer y desarrollar una relación estrecha, como de carne y sangre, entre las fuerzas armadas y el pueblo, para que, junto con todo el pueblo, se lleve a cabo con éxito el lineamiento de guerra popular del Partido.

Las fuerzas armadas populares de Vietnam, organizadas, dirigidas, educadas y formadas por el Partido Comunista de Vietnam y el Tío Ho (Presidente Ho Chi Minh), poseen la naturaleza de clase obrera, un profundo carácter popular y nacional, y luchan por los objetivos e ideales del Partido, así como por la felicidad del pueblo. Apoyarse firmemente en el pueblo, ser absolutamente leales, servir al pueblo y mantener una estrecha unidad y vínculo de sangre con el pueblo no solo constituye un principio fundamental para fortalecer la naturaleza revolucionaria, el carácter popular y nacional de las fuerzas armadas, sino también una hermosa y valiosa tradición del Ejército Popular, la Policía Popular y las Milicias de autodefensa de Vietnam. El Presidente Ho Chi Minh enseñó: “Lo esencial es que tanto el ejército regular como las fuerzas locales y las guerrillas se mantengan siempre cerca del pueblo; si se alejan del pueblo, fracasarán inevitablemente. Estar cerca del pueblo significa ganarse su corazón, su confianza, su aprecio y su amor. Así, cualquier tarea difícil podrá ser cumplida y la victoria será segura”.

Durante la lucha de resistencia contra Estados Unidos por la salvación nacional, el cuidado, la protección, el respaldo y el apoyo del pueblo, que proporcionó recursos humanos y materiales con el espíritu de “ni un grano de arroz ni un soldado menos”, permitieron que las fuerzas armadas populares crecieran y se fortalecieran rápidamente. La Resolución del Buró Político (diciembre de 1962) determinó: “El proceso de desarrollo de la guerra patriótica del pueblo del Sur es el proceso de desarrollo de una guerra de guerrillas, del pueblo entero, integral y prolongada, contra un enemigo poderoso, cruel y pérfido”. Por ello, construir y desarrollar de manera sostenible el vínculo de carne y sangre entre las fuerzas armadas y el pueblo, luchar junto con todo el pueblo y ganar, no solo es una cuestión de principio, sino también una estrategia fundamental para llevar a cabo con éxito el lineamiento de guerra popular del Partido.

Bajo la dirección del Partido, en los años 1959-1960, las fuerzas armadas apoyaron eficazmente al pueblo del Sur en su levantamiento para llevar a cabo el movimiento de insurrección general Dong Khoi, logrando el control de muchas zonas rurales. Durante los años en que el imperialismo estadounidense aplicó la estrategia de “guerra especial” (1961-1965), el ejército y el pueblo del Sur impulsaron el enfoque de lucha de “dos piernas, tres puntas”, combinando la lucha política con la armada; al mismo tiempo, movilizaron a la población en las aldeas estratégicas para luchar, en coordinación con ataques militares y operaciones de propaganda dirigidas a las tropas enemigas, logrando desmantelar el plan de aldeas estratégicas de Estados Unidos y el régimen títere pro-estadounidense. Cuando el imperialismo estadounidense pasó a implementar la estrategia de “guerra localizada” (1965-1968), nuestras fuerzas armadas y el pueblo continuaron la resistencia, atacando proactivamente al enemigo en las tres zonas estratégicas y, al mismo tiempo, derrotando las campañas de guerra destructiva de Estados Unidos en el Norte. Las victorias de la Ofensiva General y Levantamiento del Tet de 1968 y de la Ofensiva General y Levantamiento de la Primavera de 1975, que liberaron completamente el Sur y reunificaron el país, son los símbolos más vívidos de la fuerza de todo el pueblo en resistencia, con las fuerzas armadas populares como núcleo bajo la acertada dirección del Partido.

En la etapa actual, el Ejército Popular, la Policía Popular y las Milicias de autodefensa deben continuar promoviendo su gloriosa tradición, especialmente en la construcción de relaciones de unidad y vínculos de carne y sangre con el pueblo, exaltando el espíritu de responsabilidad en el servicio y la protección del pueblo. Promoviendo su esencia, tradición y los logros alcanzados, las fuerzas armadas populares deben seguir desempeñando mejor el trabajo de movilización de las masas mediante acciones concretas, con el fin de contribuir a mejorar las condiciones materiales, espirituales y la vida pacífica del pueblo; ser la fuerza de vanguardia en la prevención, respuesta y superación de las consecuencias de desastres naturales, epidemias, búsqueda, rescate y socorro, estando siempre listas para presentarse en los lugares más críticos y peligrosos para proteger la vida y los bienes de la población. Asimismo, deben intensificar la propaganda y movilización del pueblo para participar en la construcción de las fuerzas armadas y de una defensa nacional integral, junto con una seguridad popular sólida, vinculada a la consolidación de una “posición estratégica sustentada en el apoyo de las masas”, destacando el papel fundamental del pueblo en la implementación de la línea de defensa nacional y seguridad popular, generando así una gran fuerza sinérgica para cumplir con éxito la causa de construcción y defensa de la Patria.

La victoria en la resistencia contra Estados Unidos por la salvación nacional constituye una gran hazaña de nuestro pueblo en el siglo XX. Esta proeza reafirma la acertada y brillante dirección del Partido y del Presidente Ho Chi Minh en la formulación de la línea de resistencia, la construcción de las fuerzas armadas populares, satisfaciendo así las altas exigencias de la lucha contra los invasores. Las fuerzas armadas cumplieron con honor su noble misión, junto con todo el pueblo, culminando con éxito la causa de liberación total del Sur y reunificación nacional. Las lecciones aprendidas de esta resistencia, incluidas las relativas a la construcción de las fuerzas armadas populares, tienen un significado especialmente importante y deben seguir siendo estudiadas, aplicadas y promovidas aún más, contribuyendo al cumplimiento exitoso de la causa de construcción y defensa de la Patria socialista de Vietnam en la nueva era./.

VNA

Ver más

Los soldados camuflaron sus vehículos antes de avanzar hacia Saigón en la Campaña Ho Chi Minh (Foto: VNA)

50 años de la Reunificación de Vietnam: Lecciones históricas y el impacto global de la lucha por la independencia

Con motivo del 50.º aniversario de la Liberación del Sur y la Reunificación de Vietnam, el periodista e historiador Gerhard Feldbauer, exreportero de la agencia de noticias ADN de la República Democrática Alemana, compartió sus opiniones sobre el significado histórico de la victoria del 30 de abril de 1975, así como sobre los cambios y lecciones derivadas de la lucha por la independencia del país indochino.

El primer ministro de Vietnam, Pham Minh Chinh, habla en la reunión con los votantes de Can Tho. (Fuente: VNA)

Primer ministro vietnamita se reúne con votantes en Can Tho

El primer ministro de Vietnam, Pham Minh Chinh, junto con la delegación de diputados de Can Tho, se reunió hoy con votantes que se desempeñan como representantes de asociaciones empresariales en la ciudad, antes del noveno período de sesiones de la Asamblea Nacional de la XV Legislatura.

Artículos de costura para exportación al mercado español en la compañía textil Ho Guom. (Foto de ilustración. Fuente: VNA)

Vietnam tras 50 años de reunificación: una transformación histórica hacia una nueva era

Con motivo del 50.º aniversario de la Liberación del Sur y la Reunificación Nacional (30 de abril de 1975-2025), el periodista Ling Dequan, exjefe de la corresponsalía de la agencia china de noticias Xinhua en Hanoi, afirmó que el país indochino ha experimentado una transformación profunda en las últimas cinco décadas, abriendo una “era de ascenso nacional” de cara al próximo XIV Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam (PCV).