Creado en elsiglo IX por La Thi Nga, una señora de familia real, esos tejidos sonuna materia preciosa comparada con los cuernos de rinoceronte ycolmillos de elefante que fue exportada a muchos países en aquellaépoca.
En declive y en el olvido, a causa de lostiempos bélicos, la tejeduría vivió su restauración a principios de losnoventa cuando los artesanos se reunieron y establecieron unacooperativa para impulsar los negocios.
Sinembargo, las generaciones posteriores no se muestran interesadas en esteoficio tradicional por el bajo ingreso (50 dólares mensuales) dadas laslimitadas demandas.
Van Phuc dispone hoy de más deun centenar de familias especializadas en esta técnica, casi sieteveces menos que en años anteriores, informó Dinh Thi Dung, una tejedoraveterana.
Actualmente, los artesanos buscan materiaprima de las tierras vecinas, dedicadas al cultivo de moreras-gusanos dela seda para su producción.
Otras zonas tambiénaprenden la tejeduría y su seda- pese a la baja calidad- parece más finay lustrosa por la técnica de teñido, aseguró Thi Dung al explicar larazón que produjo la carencia actual de pedidos.
Nguyen Van Lu, dueño de una de las mayores fábricas del pueblo recordóque antes los telares funcionaban todo el día por la cantidad declientes, especialmente extranjeros.
Pese altranscurro del tiempo y los altibajos del mercado, particularidades comola calidad de la tela y el fino diseño de las piezas convierten la sedade Van Phuc en uno de los productos favoritos y escogidos por losvisitantes de otros países.
Es maravilloso observarlas manos ágiles de los artesanos. Visitamos el pueblo y fueron muyhospitalarios al invitarnos a verlos tejer en sus locales. Es magnífico yun sentimiento que nunca he tenido en Estados Unidos, expresó SimonMont, un estudiante de filosofía de la Universidad de Denison, quien seencuentra aquí para visitar a sus padres.
Lospobladores son sociables y sus obras son excelentes por su calidad,variedad y bajo costo, reveló la joven australiana Eshani Mends, quienconfesó que le fascina la seda de Van Phuc.
Ademásde invertir en la modernización de maquinaria y tecnología, losartesanos lugareños se esfuerzan por mejorar la habilidad y valorizar lacreatividad en aras de satisfacer las necesidades de los compradores.
Con su gran pasión y devoción por este oficio, elmaestro Nguyen Huu Chinh consiguió producir la tela decolorada, mientrasque el anciano Trieu Van Mao logró restaurar diversos tipos de seda queparecían perdidos. - VNA