Durante los primeroscinco meses del presente año, la localidad dio la bienvenida a alrededor de 10 milturistas, en su mayoría extranjeros, quienes llegaron aquí para explorar lavida cotidiana local.
Gian Marco, visitanteitaliano, expresó que Ban Don es uno de los lugares más hermosos que visitó enel país con la forma de la letra S. “Los vietnamitasson muy amables, especialmente los que viven en las aldeas,” dijo.
De acuerdo con HaVan Thuoc, un residente local que ofrece el servicio homestay, sufamilia acogió en lo que va de año a 400 turistas, el 60 por ciento de ellos foráneos.
Los visitantes, procedentesen su mayoría de Francia, Suecia y Estados Unidos, se reunieron con la familiade Van Thuoc en las comidas cotidianas, e incluso en el trabajo en lasterrazas de arroz.
“Comenzamos a recibira turistas en abril de 2017. En solo más de un año la industria del ocio nosayudó a mejorar el nivel de vida,” aseguró Ha Van Hoanh, otro residente en BanDon.
Manifestó tambiénsu deseo de que las rutas en la aldea se amplíen, para facilitar la entrada delos viajeros.
Según Lo VanThang, vicepresidente del gobierno del distrito de Ba Thuoc, la localidad invirtiórecursos en el desarrollo del turismo basado en la comunidad en las aldeas BanDon y Ban Muong.
Esos esfuerzos,recalcó, también contribuyeron a la construcción de nuevas áreas rurales enesos sitios.
Ban Don atrae a losturistas por sus extensas terrazas de arroz y palafitas intercaladas entre losgrandes árboles en las colinas. Bajo los techos cubiertos con paja, lasfamilias de la etnia minoritaria Thai viven y se ganan la vida con laagricultura tradicional, preservando intacto el legado cultural de susancestros, que incluye la literatura, la música, las costumbres, fiestas y creencias.
Al llegar aquí,los visitantes no solo disfrutan las maravillas de la Madre Naturaleza y unaatmósfera limpia y apacible, escapándose del vértigo de la ciudad, sino quetambién degustan los platos típicos de los lugareños.
Frescas yemas debambú recolectadas en el bosque, pato y pollo criados en hábitat natural, jabalíy muchos tipos de verduras, todos esos ingredientes se convierten en manjares bajolas manos de las muchachas Thai, y hechizan incluso a los gourmets másexigentes.
Desde Ban Don,los viajeros pueden caminar o montar en motos para recorrer otrosdestinos turísticos en Ba Thuoc como Ban Hieu, para explorar la cascada Hieu, yKho Muong, donde se localiza la conocida Cueva de los Murciélagos.
Especialmente, esimperdonable llegar a Ban Don sin visitar Pu Luong, que en idioma de los Thaisignifica “la cima más alta en el área.”
Aquí se encuentrala homónima reserva natural, apreciada por los expertos por sus altos valores científicos,económicos y turísticos. En Pu Luong, bajo los follajes de la selva primitiva,coexisten casi 600 especies animales, entre ellas 51 en peligro de extinción.
Particularmente, esazona alberga al menos 158 variedades de mariposa. Cada vez que llega la temporadade estación, la belleza de miles de insectos exponiendo sus coloridas alas almismo tiempo es algo dificil de describir.
El período idealpara visitar Ban Don recae en junio y en octubre, cuando el arroz maduro tiñe deamarillo las terrazas. De ahí que sería imperdonable perderse la oportunidad decontemplar esa belleza, además de experimentar la cultura tradicional y la hospitalidad de los lugareños.-VNA