Las cestas tejidas de sacos de café y loscinturones remodelados de neumáticos viejos se encuentran entre los 60productos que se ofrecen en la tienda de Chu Chu en Dala, a un corto trayectoen ferry desde el bullicioso centro de Rangún.
Al elaborar artículos con calidad, bienconcebidos, bellamente diseñados, y principalmente útiles, el personal de ChuChu (que significa "plástico" en el idioma local) trata de cambiar laforma de pensar de muchas personas que los artículos reciclados son viejos ysucios.
Chu Chu comenzó en 2013 con solo dostrabajadores. Ahora emplea a 45 mujeres locales y sus productos se venden entiendas de artículos de recuerdos en Rangún y en todo el país.
Incluso la tienda en sí está construidacon desechos reutilizados. Las botellas plásticas cementadas dispuestas una allado de otra forman las paredes, en tanto el techo hecho de neumáticos viejosproporciona aislamiento y protección durante los cambios estacionales del clima.El equipo no sufre escasez de materias primas.
Por el momento, la mayoría de losclientes son turistas extranjeros, ya que Myanmar todavía está muy lejos deadoptar el reciclaje o los productos reciclados, informó la directora ejecutivade Chu Chu, Wendy Neampui.
Este país sudesteasiático haexperimentado en los últimos años el aumento en la disponibilidad de bienes deconsumo, lo que ha provocado que los niveles de desechos se disparen,obstruyendo calles, campos y callejones de la ciudad. – VNA