En las vísperas del Tet, abren muchos mercados que se efectúan una sola vez en el año. El mercado de melocotones en la calle Hang Luoc, en el casco antiguo de Hanoi, atrae gran concurrencia.
Al lado del melocotón, los hanoyenses prefieren el narciso, ya que tiene un aroma agradable y su raíz tiene figuras peculiares.
Niña en vestida tradicional acompaña a su madre en la calle Hang Luoc.
La calle Hang Ma es afamada por los productos decorativos.
Mucha gente visita el Templo de la Literatura para “comprar” caligrafía. La exponen en las casas para orar que los hijos estudien bien y tengan buen estilo de vida.
El artista Nguyen Dang Che, de la aldea de pinturas Dong Ho en la provincia norteña de Bac Ninh. Los cuadros folclóricos de Dong Ho son muy pedidos en el Tet.
Un mercado de antigüedades en Hanoi.
Hojas de arrurruz son imprescindibles para que las familias elaboren Banh Chung (pastel de arroz glutinoso), plato típico del Tet.
Muchas familias tienen el hábito de preparar Banh Chung por su propia cuenta. La imagen de todos los miembros de la familia reunidos alrededor del horno para esperar los Banh Chung cocidos es recuerdo inolvidable para las generaciones de vietnamitas.
Banh Chung, arroz glutinoso cocido a vapor, el quinteto de frutas y diferentes tipos de frutas secadas azucaradas obligatorios. Los vietnamitas creen que si en el Tet se come bien, todo el año la vida resultará más próspera.
Arroz glutinoso, plato típico del Tet
El quinteto de frutas, oferta a los ancestros durante el Tet
Frutas secadas azucaradas
Una comida típica del Tet, que incluye Banh Chung, sopa de verduras, pasta de carne bien machacada, pollo y cebolla fermentada. La composición puede variar mucho entre las regiones.
Richard K.H.Chua, ciudadano singapurense, y su esposa, vietnamita, junto con los hijos celebran el Tet en Ciudad Ho Chi Minh.
Los preparativos para el Tet se llevan a cabo con semanas de antelación. Todas las familias limpian y decoran el altar de los ancestros.
Como costumbre, el 23 de diciembre lunar las familias despiden a los dioses de la cocina, quienes, según la creencia folclórica, parten de las viviendas para informar al Cielo sobre el comportamiento de las familias durante el año que transcurre.
El 31 de diciembre lunar tiene lugar la última comida del año, ocasión en que todos los miembros de la familia se regresen y se reúnan en la atmosfera acogedora.
El momento de transición entre los dos años, los vietnamitas realizan un rito tradicional para saludar al dios que gestiona el nuevo año.
La gente suele visitar a los allegados y amigos, extendiéndoles felicitaciones para un Año Nuevo lleno de felicidad, buena suerte, salud y prosperidad. Los adultos regalan a los niños un sobre rojo con un poco de dinero, para orar por suerte.
Durante los días festivos del Tet, los vietnamitas suelen asistir a las fiestas. Mucha gente elige las pagodas, pues cree que la atmosfera sagrada expulsa las preocupaciones del pasado y llama buena suerte para el año nuevo.

La fiesta de ajedrez de Thang Long (antiguo nombre de Hanoi). Los festejos primaverales no sólo son para el propósito recreativo sino también para que la gente rinda culto a los ancestros, quienes protegieron la Patria. 

La fiesta de Co Loa, otrora capital de Au Lac (antiguo nombre de Vietnam bajo la monarquía de An Duong Vuong, siglo III ANE).

Danzas de dragón son muy populares en el Tet.