Las políticas de crédito solo pueden maximizar su ventana cuando el Partido Comunista de Vietnam, las autoridades y las organizaciones sociopolíticas se unen con la población para alentar la solicitud del préstamo, así como enseñar la manera de hacer negocios y usar el capital efectivamente.
Por tal motivo, las políticas sociales de crédito no solo apuntan a la entrega de ocho mil 900 millones de dólares a los hogares pobres, sino también a la orientación para el desarrollo de las personas y los miembros vulnerables de la sociedad. En el contexto de la integración rápida y extensa de la economía, esta actividad los ayudará a ingresar en la cadena de mayor valor agregado.
Crear una base sólida para el desarrollo
En la comuna de An Hai, en la provincia sureña de Ninh Thuan, el préstamo preferencial de capital del Banco de Política Social ha ayudado a las mujeres y personas con menos recursos a formar su propio negocio desde 2016.
Trabajaron juntos con la aplicación de alta tecnología para convertir 20 hectáreas de vegetales verdes en espárragos, que cuenta con una capacidad productiva de 1,5 veces por encima de la forma de cultivo tradicional.
Con una contribución preliminar de capital de solo 130 dólares por cada miembro, la cooperativa en este momento ha crecido a 63 participantes de los 13 iniciales. Gracias al cultivo de espárragos, en 2018, al menos 20 hogares salieron de la pobreza.
En un nivel superior, la provincia de Ninh Thuan orienta la política de crédito para convertirla en una palanca que promueve la fortaleza económica local. En el distrito de Ninh Phuoc, se destina un saldo de préstamo de 20 mil 600 millones de dólares para desarrollar los oficios tradicionales del distrito, incluidas las aldeas de tejido de brocado y cerámica.
La inversión asociada con la cadena de productos básicos y el apoyo a las empresas emergentes también están considerados por el Banco de Políticas Sociales y las autoridades para crear una interacción multidimensional en la economía.
En la provincia de Dong Thap, la inversión de 17 mil 200 dólares, suministrada por la fuente de capital para la creación de empleo, ha ayudado al Nguyen Chuong Phi, director de la empresa de Quang Minh Phuoc, a construir una fábrica de procesamiento de frutas y verduras secas.
Nacido en una familia pobre, su deseo es construir algo por sí mismo, para su familia y su tierra, especialmente a favor de las personas con menos condiciones de su provincia.
Aunque se graduó en la Universidad de Industria de Alimentos de Ciudad Ho Chi Minh, Chuong Phi se fue a trabajar a Japón con los préstamos de más de tres mil dólares del Banco de Política Social. Tras reunir suficientes ingresos para su negocio, regresó al país con el fin de establecer la empresa para cooperar con los agricultores y crear empleos para los trabajadores locales.
Actualmente, la fábrica de Chuong Phi proporciona de siete a ocho toneladas de vegetal seco al mercado, con más de 30 empleos creados.
Compartió que después de un año, su inversión de 43 mil dólares ha sida amortizada. Actualmente, la compañía está invirtiendo en tres secadoras de tamaño grande para expandir el negocio a las frutas y verduras de alta calidad y de marca con orientaciones hacia la exportación.
Espera los nuevos avances
La reducción sostenible de la pobreza sigue siendo un desafío importante, en el contexto de una integración rápida y extensa que reduce cada día más la brecha entre las personas prósperas y los pobres.
Además, el retorno a la pobreza siempre está al acecho detrás de los desastres naturales e inundaciones. Aunque el capital del presupuesto estatal para la reducción de esas catástrofes fue priorizado por el Partido Comunista, la Asamblea Nacional y el Gobierno de Vietnam, el monto todavía es limitado en comparación con las necesidades de los pobres y otros beneficiarios de las políticas sociales.
En consecuencia, la implementación firme y efectiva de las políticas de crédito sigue siendo un punto importante en aras de maximizar la eficiencia de cada crédito. Esta directiva ha ayudado a concentrar el capital y los recursos humanos, desde las localidades, la comunidad empresarial, hasta las organizaciones sociales y cada poblador, para contribuir a la reducción sostenible de la pobreza y para que nadie se quede atrás en el proceso de desarrollo nacional.
Asimismo, se debe garantizar una combinación adecuada entre el crecimiento económico, el progreso social y la justicia en el camino de construcción del país con orientación hacia el socialismo.
Durante los cinco años de implementación de la política de crédito, más de 10 millones de hogares recibieron préstamos de los fondos estatales, de los cuales dos millones escaparon de la pobreza, casi 3,2 millones de aprovecharon las financiaciones para tener acceso al agua limpia, 131 mil familias lograron construir sus casas, casi 318 mil alumnos y estudiantes continuaron sus estudios, y aproximadamente un millón de personas obtuvieron empleos, a la par que 21 mil tomaron los créditos para buscar trabajo en el extranjero./.