El presidente de Vietnam, Truong Tan Sang, ratificó la determinación de su país de vencer todas las dificultades y aprovechar oportunidades para materializar el objetivo de convertirse en un país industrial hacia la modernidad.

En un artículo escrito en ocasión de importantes efemérides como los 30 años de la empresa de renovación (Doi Moi), el aniversario 70 del Día Nacional (2 de septiembre) y el XII Congreso del Partido Comunista de Vietnam (PCV), el mandatario realizó un análisis profundo sobre las ventajas y desafíos que enfrentará el país para hacer viable esa meta, especialmente en medio de los rápidos cambios en el mundo.

El jefe de Estado enfatizó la dimensión y significado revolucionario de Doi Moi, reflejada en la transformación de una economía planificada centralizada burocrática y subsidiada en una de mercado con orientación socialista, la proactiva integración internacional y la intensificación de la industrialización y modernización nacional.

La estructura de la economía nacional se transforma gradualmente hacia la modernidad con un papel cada vez más elevado del sector de servicios, fuerte aumento del trasiego mercantil y la sólida posición de varios productos nacionales en los mercados extranjeros, valoró.

Por otro lado, destacó que la nación atrajo un gran monto de inversiones extranjeras e inició sus primeros pasos para participar en la cadena de producción y valor global.

En tanto, la producción agrícola pasó de una de pequeña escala e imbricada convertida en una mercantil gracias al aprovechamiento eficiente de las ventajas del clima tropical.

Puso de relieve los logros alcanzados en esa etapa como el establecimiento de algunas zonas económicas clave que constituye una fuerza motora para el desarrollo local y el fomento del contingente de empresarios, una tropa importante en la implementación de la industrialización y modernización.

Otros resultados comprendieron la disminución de la proporción de trabajadores en la agricultura y el mejoramiento de vida tanto material así como espiritual del pueblo, abundó.

El presidente señaló también algunas dificultades que enfrentan el país, tales como las deficiencias institucionales y administrativas, desenmascaradas en el proceso de profunda integración internacional.

Esos elementos obstaculizan el desarrollo dinámico y sostenible de Vietnam y aumentan los riesgos del retraso del país respecto a otras naciones industriales e incluso las de la región.

El modesto nivel de crecimiento, productividad, eficiencia, competitividad y autonomía de la economía y la existencia de distintos problemas en el campo cultural, social, educacional y tecnológico constituyen otros factores que entorpecen el progreso nacional, señaló.

En el artículo, Tan Sang analizó además el escenario mundial, distinguido por los cambios rápidos, una mezcla compleja entre oportunidades y desafíos, el cambio de los estándares e instituciones políticas luego de la crisis financiera y recesión económica, y los nuevos requisitos para la conservación ambiental y garantía de igualdad social, así como compromisos estipulados en los acuerdos comerciales de nueva generación.

El conocimiento, tecnología y creatividad se convirtieron en elementos decisivos para el desarrollo exitoso de cada estado, remarcó.

Las naciones en vías de desarrollo como Vietnam tienen la oportunidad de aprovechar los avances científicos y tecnológicos, cuyos artífices son los países desarrollados.

Pese a esas ventajas, la transformación a una economía del conocimiento y el creciente papel de la ciencia y tecnología crearon una fuerte competencia, ardua eliminación y gran brecha del nivel del desarrollo entre los estados.

Esa circunstancia requiere que Vietnam adopte nuevas formas de acceso a la tecnología, creatividad y recursos humanos capacitados a fin de crear por sí mismo ventajas e impulsar su incorporación a la cadena de valor y el sistema de conocimiento global, indicó.

Al abordar la convulsa situación política y de seguridad en los últimos tiempos, que dificulta el desarrollo económico, acentuó que la competencia entre las grandes potencias para ampliar su influencia, el cambio de balance del poder y la coyuntura global, y la emergencia de los retos no convencionales amenazan el progreso sostenible de las naciones, sobre todo las pequeñas.

Advirtió además que los países con desarrollo modesto sufren una gran presión por la severa escasez de fuentes para su avance, especialmente los recursos humanos; la contradicción entre el crecimiento económico y las demandas energéticas; conservación de tesoros naturales y expansión demográfica, los riesgos de conflictos, fuertes competencias y otros relativos a las disputas por las fuentes suplementarias.

En la región, las violaciones y disputas soberanas en el Mar Oriental provocan serios desafíos para la salvaguardia de la independencia, unificación e integridad territorial y el mantenimiento del entorno pacífico para el desarrollo de Vietnam, acotó.

En ese contexto, el XII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, previsto para 2016, resulta aún más importante para el impulso integral y sincronizado de la renovación.

La magna cita se considera como un momento oportuno para transformaciones cruciales en la conciencia, el perfeccionamiento institucional, desarrollo de la economía de mercado con orientación socialista, reforma radical del sistema administrativo y la integración internacional activa, notificó.

Se requiere de una nueva mentalidad y modelos adecuados para estimular la industrialización y modernización nacional, basados en nuevos fundamentos científicos y correspondientes a los cambios mundiales, señaló.

Recomendó considerar como fuente principal la ciencia, tecnología, conocimiento y los recursos humanos de alta calidad, movilizar, distribuir y utilizar con eficiencia todos los recursos y corregir los defectos del mecanismo de mercado mediante las leyes y políticas apropiadas.

Por otra parte, hizo énfasis en la estrecha relación entre la modernización, industrialización y el establecimiento de una economía de mercado con orientación socialista.

Se trata de una economía que funciona según las reglas mercantiles, al mismo tiempo garantiza la orientación socialista conforme a cada período de desarrollo del país, moderna e integrada bajo la gestión del Estado liderado por el Partido Comunista de Vietnam.

Tras reiterar el papel decisivo del contingente de recursos humanos calificados- fuerza creadora del conocimiento y creatividad-, subrayó la necesidad de prestar más atención al incremento de esa fuerza y el aprovechamiento de la “etapa dorada” de la demografía.

Al considerar la infraestructura moderna como una base y premisa para la modernización e industrialización nacional, exhortó a dedicar empeño en el perfeccionamiento de la planificación al respecto, asegurar la calidad de los proyectos de obras viales, y priorizar el suministro de electricidad y expansión de arterías claves.

Instó a poner interés en el desarrollo de construcciones hidráulicas y otras para el enfrentamiento a los desastres naturales, así como en las reformas del sector de comunicaciones.

Elevar la posición en la cadena de valor y la red productiva global en paralelo con la maximización de las ventajas brindadas por la integración internacional y mitigación de los impactos negativos de ese proceso se califica como una misión primordial, observó.

La ampliación de las negociaciones y la firma de tratados de libre comercio (TLC) bilaterales y multilaterales deben conjugarse con la preparación cautelosa para el cumplimiento de los mismos, opinó.

Se pronunció además por fomentar la competitividad y aumentar las exportaciones, la atracción de diferentes fuentes financieras y científicas, así como adquirir experiencias de los demás países en la gestión moderna con miras a estimular los avances modernos de la nación.

La industrialización y modernización debe ir paralelamente con el establecimiento de un sistema de gobernanza nacional según los estándares mundiales, por lo cual necesitamos una nueva mentalidad y métodos de realización, subrayó.-VNA