Buenos Aires (VNA) – En casi 40 años de implementación del proceso de Renovación (Đổi Mới), el pueblo vietnamita ha alcanzado avances sobresalientes en materia de bienestar social, derechos humanos e integración internacional, afirmó el profesor Ezequiel Ramoneda, coordinador del Centro de Estudios del Sudeste Asiático (CESEA) de Argentina.
En una entrevista concedida a la Agencia Vietnamita de Noticias con motivo del 80 aniversario de la Revolución de Agosto y del Día Nacional (2 de septiembre), Ramoneda, del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), subrayó que, desde el inicio del proceso de reformas y apertura, Vietnam ha logrado grandes y completos resultados, pese a la pesada herencia de la guerra.
Según el experto, en las últimas cuatro décadas el país ha experimentado profundas transformaciones políticas, económicas y sociales, así como en su papel dentro del sistema internacional.
El objetivo constante de este proceso ha sido mejorar la vida de la población, elevar el bienestar y garantizar los derechos fundamentales, al tiempo que se reconstruía el país tras años de conflicto.
Entre los logros más destacados figuran la multiplicación por diez del ingreso per cápita en comparación con hace 40 años; una distribución más equitativa de los ingresos; la modernización del sistema sanitario; la reducción de la mortalidad y el mantenimiento de una tasa de natalidad estable; y la expansión de los servicios sociales.
El índice de desarrollo humano ha mejorado de forma sostenida, y la población accede a la educación y a recursos de mayor calidad. Estos avances no solo han generado beneficios materiales, sino que también han contribuido a mejorar la vida espiritual y la felicidad del pueblo.
Ramoneda valoró que Vietnam haya alcanzado resultados tan notables en un lapso relativamente corto gracias a las reformas decididas impulsadas por el Partido y el acompañamiento del pueblo, lo que constituye una prueba de la capacidad de convertir desafíos en oportunidades y de la correcta orientación de las políticas de desarrollo.
Otro hito relevante, dijo, es que Vietnam se haya convertido en uno de los primeros países en cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, que incluyen la erradicación del hambre y la pobreza, la mejora de la calidad de la salud y la educación, la protección del medio ambiente, la promoción de la igualdad de género y los derechos de las mujeres.
Estos objetivos surgieron del consenso global para abordar los problemas más urgentes de la humanidad.
El cumplimiento anticipado de estas metas demuestra que Vietnam no solo se enfoca en su desarrollo interno, sino que también otorga gran importancia a su responsabilidad internacional.
Esto refleja una política exterior abierta, un espíritu de cooperación multilateral y la voluntad de encontrar, junto a otras naciones, soluciones comunes a los desafíos globales, desde el cambio climático hasta las cuestiones transfronterizas.
Así, Vietnam reafirma su papel como miembro confiable, dispuesto a negociar, cooperar y adoptar decisiones que armonicen el interés nacional con el bien común de la comunidad internacional.
No obstante, el especialista argentino señaló que Vietnam sigue enfrentando importantes desafíos.
Problemas como la pobreza, el cambio climático y la desigualdad de género persistirán y requerirán atención constante.
Asimismo, a medida que mejora la calidad de vida, el aumento del costo de la misma conlleva el riesgo de ampliar la brecha entre ricos y pobres si no se aplican políticas de distribución justas y eficaces.
Ramoneda, quien también es vicepresidente del Instituto de Cultura Argentina-Vietnam (ICAV), subrayó que la lucha contra la pobreza no se limita a la asignación de recursos, sino que implica generar oportunidades sostenibles y responder con rapidez a los cambios sociales.
En un contexto de rápidas transformaciones, es necesario mejorar continuamente la capacidad de respuesta, con énfasis en la transparencia, la eficiencia y la prevención de los intereses creados.
A su juicio, un factor clave para mejorar la gestión pública es la aplicación de tecnologías digitales, la modernización de la administración, la elevación de la calidad educativa y la promoción de la participación activa de la ciudadanía en la defensa de sus derechos.
Detectar los problemas de forma temprana, ofrecer soluciones oportunas y evitar que intereses personales perjudiquen al bien común son requisitos esenciales para una gobernanza moderna, expresó.
Al repasar el camino de 40 años de Renovación, el académico afirmó que Vietnam ha demostrado su capacidad de adaptación e innovación en el desarrollo, así como su compromiso con los valores humanos y progresistas.
Los logros alcanzados son fruto de una visión estratégica, de la coherencia en las políticas y de la fuerza de la unidad nacional.
Ramoneda concluyó que el camino por delante exigirá un esfuerzo constante, especialmente cuando los desafíos son cada vez más complejos y están estrechamente vinculados al contexto internacional.
Si el país mantiene el espíritu reformista, aprovecha las oportunidades de cooperación y aplica la innovación, podrá alcanzar objetivos de desarrollo más altos y sostenibles en las próximas décadas, afirmó./.