Mientras continúa la búsqueda de víctimas, los trabajadores humanitariosse apresuran en conseguir refugios, alimentos, medicinas y otros suministrosmuy necesarios para los supervivientes.
En algunas zonas se recuperaron la red de electricidad y se reabrieronnumerosas tiendas.
Según la Agencia de Gestión de Catástrofes de este país, 113 personaspermanecen desaparecidas y unas 70 mil 800 tuvieron que abandonar sus viviendas.
Las ciudades indonesias de Palu y Donggala son las más damnificadas por el devastadortsunami de tres a seis metros de altura.
El 28 de septiembre pasado la localidad fue sacudida por dos sismos, uno de6,1 grados y otro de 7,5 grados en la escala abierta de Richter.
Según la Organización de Naciones Unidas, cerca de 200 mil indonesios,incluidos decenas de miles de niños, necesitan asistencia urgente.-VNA