Las autoridades de la provincia sureña vietnamita de Ben Tre adoptaron una serie de medidas para hacer frente a la degradación del ecosistema debido a la tala ilegal, el saqueo de los recursos acuáticos y la falta de planificación.

Entre las nueve soluciones figuran el aumento de participación comunitaria, la construcción del modelo de desarrollo socioeconómico sostenible y la preservación de biodiversidad asociada con la lucha contra el cambio climático.

La mejora de la capacidad gestora, el perfeccionamiento del sistema legal al respecto y el incremento de inversión y cooperación internacional también incluyen en la agenda.

Situada en el Delta del Mekong, a 87 kilómetros al oeste de Ciudad Ho Chi Minh, la provincia de Ben Tre dispone de una exuberante fauna y flora, particularmente los manglares que se extienden en territorios de los distritos litorales de Ba Tri, Binh Dai y Thach Phu.

Sobre una superficie de cuatro mil 200 hectáreas, estas zonas son hogar de 145 tipos de plantas, 12 de mamíferos, 15 de reptiles, cinco de anfibios y 120 de peces. Entre ellos, 11 especies de animales se encuentran en el Libro Rojo de Vietnam.

Además de su rica biodiversidad que propicia grandes beneficios económicos, los manglares también contribuyen a la mitigación de los impactos de catástrofes como la prevención de oleadas, la invasión de arena y la reducción de erosión, así como al aumento de la superficie de marismas.

Sin embargo, la deforestación, la sobreexplotación y las actividades productivas causan la contaminación y amenazan cada día a la biodiversidad. Se prevé que en 2050, el nivel del mar en la localidad podría subir 30 centímetros, lo que agravará la salinización. – VNA