Chatchai Promlert, secretario permanente de la mencionada cartera, enviócartas urgentes a las autoridades provinciales, y precisó que cada localidadpuede mantener abierto un punto de control, en caso necesario.
La provincia de Chiang Rai, que limita con Myanmar y Laos, puede mantenerabierto un cruce para cada país, pero debe tomar medidas estrictas para supervisar a las personas que entran y salen de las fronteras.
Entretanto, el ministro de Transporte, Saksayam Chidchob, anunció que lospasajeros y los miembros de la tripulación en los barcos que ingresan aTailandia deberán someterse en cuarentena, según lo exigido por losfuncionarios de control de enfermedades.
Los operadores o propietarios de los cruceros también deben asegurarse que losclientes y la tripulación tengan certificados de salud emitidos en los últimostres días, y un seguro COVID-19 por un valor ascendente a 100 mil dólares.
En cuanto a los ciudadanos nacionales que desean entrar al país, tambiéndeben presentar documentos, demostrando que son aptos para viajar, además de uncertificado de viaje emitido por embajadas, consulados o el Ministerio de AsuntosExteriores de Tailandia.
Mientras tanto, cerca de 200 trabajadores vietnamitas varados en un puestode control de inmigración en la provincia tailandesa de Nakhon Phanom lograroncontinuar su viaje de regreso su país natal a través de Laos.
Anteriormente, las autoridades laosianas suspendieron el permiso de entradapor todos los puntos de control fronterizos hasta el 20 de abril, lo que habíadejado a los vietnamitas detenidos en las estaciones de autobuses en NakhonPhanom.
Sin embargo, después de las negociaciones entre los funcionarios deinmigración de Tailandia y Laos, se les permitió continuar su viaje.
Después de que el Gobierno tailandés anunció el cierre de 14 días de loslugares de entretenimiento, numerosos vietnamitas que trabajaban principalmente esos sitios decidieron regresar a su país./.