Quang Ninh, Vietnam (VNA) - La isla de Banh Sua (Ong To o Tu Hai) se localiza en la bahía de Bai Tu Long, en la provincia norvietnamita de Quang Ninh, a una hora desde tierra firme. Con unos paisajes naturales prístinos, es una escapada perfecta al bullicio ciudadano.
Con una superficie de apenas un kilómetro cuadrado, cuya anchura máxima solo mide unos 420 metros, Banh Sua parece una pequeña tortuga en medio del océano. También por eso se le considera la menor de una “familia extendida” de centenares de islas locales, abrazada por los “hermanos mayores” de The Vang, Dong Chen, Phi Ma y Bua Thuoc.
Sus dimensiones le impiden tener un infinito banco de arena como otras islas, pero en cambio, la baña un mar cristalino. Paseando por este remanso, el turista siempre se sorprenderá por las opciones de relajarse en medio de su entorno sereno, disfrutar de la playa y bucear para contemplar los coloridos arrecifes de coral.
Lo que hace único al sitio es su imperante serenidad. Para un poco más de exploración, es recomendable levantarse a las cinco de la mañana, cuando la marea está más baja, y caminar descalzo sobre la fina arena de una playa donde los pescadores atrapan pepinos de mar.
Luego se puede alquilar un bote a la cueva de Quan, a unos 30 minutos, para visitar ese antiguo enclave militar en la pasada guerra contra el imperialismo estadounidense Estados Unidos. La cavidad también tiene estalagmitas de diversas formas y colores.
Al subir el sol, el viajero puede amarrar su bote a una de las casas flotantes de los pescadores locales, comprar mariscos, llevarlos a la isla y pedir que se los cocinen para el almuerzo.
Según el periódico digital Nhan Dan (Pueblo), en la isla hay criaderos de moluscos y alojamientos al estilo homestay. Por la tarde, el turista puede pasar por la zona de cultivo de ostras para cosecharlas junto con la gente local.
Banh Sua también alberga una montaña rocosa bastante alta que sirve a los visitantes como mirador para contemplar el alba, el atardecer y la bahía de Bai Tu Long en todo su esplendor.
Sumergirse en la naturaleza y experimentar la vida cotidiana de los isleños ayudará a los viajeros a alejarse del bullicio ciudadano./.