A continuación de las marchas en Ginebra y Zúrich en mayo, centenares de vietnamitas y amigos internacionales marcharon en las calles de la capital suiza de Berna para expresar su solidaridad y protestar por la violación de China a la soberanía de Vietnam en el Mar Oriental.

En sus palabras ante la comunidad de coterráneos, representantes de la Asociación de Amistad Suiza-Vietnam reiteraron la postura de Hanoi de resolver por vías pacíficas las disputas en la zona.

Se trata de la diferencia en el comportamiento entre China y Vietnam en la solución del asunto y por lo cual el país indochino recibe el apoyo de la comunidad internacional, mientras que Beijing fue criticado por sus acciones unilaterales, aseveraron.

A la par con el emplazamiento ilegal de la instalación petrolera Haiyang Shiyou-981, la ampliación china de construcción ilícita de otras obras en el Mar Oriental constituye una grave violación de la soberanía, el derecho soberano y jurisdicción de Vietnam sobre sus zonas económicas exclusivas y plataforma continental, afirmaron.
También, agregaron, transgrede la Convención de las Naciones sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) de 1982, la Declaración sobre la Conducta de las partes concernientes en la zona (DOC), firmada por China y la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia (ASEAN) en 2002, y amenaza la paz y estabilidad en la región y el mundo, creando así un peligroso precedente en el comportamiento entre las naciones.

Al hablar con reporteros de la Agencia Vietnamita de Noticias (VNA), el responsable de proyectos del Ministerio de Defensa de Suiza, Phillippne Schneider, dijo que como uno de los cinco miembros con el derecho a veto, Beijing tiene una responsabilidad especial en el mantenimiento de la paz y seguridad global.

Sin embargo, indicó, sus acciones en el Mar Oriental contradicen esa responsabilidad y muestran su arrogancia al pensar que como una potencia pueden poner nuevas normas para el mundo.

Las asociaciones de Amistad con Vietnam en Alemania, Dinamarca, Francia, la región de Galicia de Portugal, Reino Unido, Italia y este país emitieron una declaración conjunta para demandar la retirada inmediata por de China de su equipo perforador de las aguas vietnamitas.

Diversas organizaciones como el Centro de Salud de Italia (en el territorio suizo), la Unión de Mujeres por la Paz y Progreso de Suiza, el Movimiento por la Paz y la Asociación de Coordinación Suiza-Cuba firmaron en ese documento.

A principios de mayo, China emplazó de forma perversa la plataforma petrolífera Haiyang Shiyou-981, escoltada por numerosos barcos armados, naves militares y aviones de combate, en un lugar a 80 millas marinas dentro de la zona económica exclusiva de Vietnam.

Esos navíos acompañantes realizaron agresivos ataques, como el uso de cañones de agua de alta presión y choques físicos a las embarcaciones oficiales y civiles de Vietnam, causando múltiples lesiones humanas y pérdidas materiales.

Recientemente, el barco chino número 11209 embistió y hundió al pesquero vietnamita DNa 90152 pese a que realizaba operaciones normales en su caladero tradicional.

A finales del mismo mes, ancló esa perforadora a la zona de 15 grados 33 minutos 38 segundos de latitud Norte y 111 grados 34 minutos 11 segundos de longitud Este, a 25 millas náuticas al Este -Sureste de la isla de Tri Ton del archipiélago de Hoang Sa (Paracels) de Vietnam y a 23 millas náuticas al Este-Noreste de la ubicación anterior, pero todavía dentro de la aguas jurisdiccionales de Vietnam.

Tal peligrosa movida es una clara y grave violación de las leyes internacionales, sobre todo de la Convención de la ONU sobre el Derecho en el Mar (UNCLOS) de 1982, y la Declaración de Conducta en el Mar Oriental firmada por el propio Estado chino. También amenaza directamente la paz, la estabilidad, la seguridad y la libertad de navegación en el Mar Oriental.

Con moderación, buena voluntad y sinceridad, Vietnam empleó todos los canales a todos los niveles para protestar por ese acto violatorio y exigir la retirada inmediata de su plataforma petrolera Haiyang Shiyou – 981 y los barcos armados y militares de las aguas jurisdiccionales del país indochino.

Sin embargo, la respuesta de Beijing a esa reclamación legítima y pacífica de Hanoi fue el uso continuado de la fuerza y el aumento de las acciones intimidatorias cada vez más peligrosas, además de proferir calumnias.-VNA