Bangkok (VNA) - Los problemas para la economía de Tailandia continúan creciendo a medida que el país del Sudeste Asiático enfrenta su peor brote del COVID-19, el cual provoca diariamente más de 10 mil casos a partir del 17 de julio.
El Gobierno tailandés decidió adoptar medidas más estrictas e imponer restricciones de viaje en 13 provincias con alto riesgo de contagio de la epidemia, incluida la capital Bangkok, a partir del 20 de julio, con el fin de evitar la propagación de la variante Delta.
Esas medidas podrían frenar la recuperación económica de Tailandia después de registrar una contracción de 6,1 por ciento en 2020, la peor cifra en los últimos 22 años.
Además, afectarán al objetivo ambicioso del Gobierno tailandés de abrir el país a los turistas extranjeros vacunados contra el COVID-19 a mediados de octubre próximo.
El Banco central de Tailandia (BoT) pronosticó la semana pasada que el Producto Interno Bruto del país disminuirá de 0,8 a dos puntos porcentuales este año y las actividades económicas se desplomarán a niveles similares al primer brote ocurrido en abril de 2020, cuando el Gobierno aplicó la orden de bloqueo nacional.
En el contexto que la economía nacional se encamina a una de las peores recesiones, las ganancias de las medianas y grandes empresas serán afectadas gravemente, mientras las pequeñas necesitarán reducir el número de empleados, debido a la escasez de liquidez, señaló.
Supant Mongkolsuthree, presidente de la Federación de Industrias Tailandesas (FTI), expresó su preocupación por los impactos negativos de la pandemia para las fábricas si fallan las medidas de prevención contra la propagación de la enfermedad.
La ampliación del bloqueo en las provincias con alto riesgo del contagio del COVID-19 podría causar pérdidas económicas de más de tres mil millones de dólares, agregó.
Anteriormente, la FTI estimó que la orden de bloqueo de 14 días del gobierno tailandés en 10 provincias a partir del 12 de julio costaría a la economía nacional unos mil 600 millones de dólares./.