La conferencia contó con la participación de muchoscientíficos, profesores, investigadores de posgrado y estudiantes de lasprincipales escuelas de derecho de este país euroasiático.
Después de presentar a los delegados un cortometrajesobre las acciones ilegales de China en esa área, el doctor Grigory Lokshin, undestacado experto del Centro de Investigación sobre Vietnam y la Asociación deNaciones del Sudeste Asiático (ASEAN), del Instituto del Lejano Oriente,adscrito a la Academia de Ciencias de Rusia, analizó que la reciente incursiónde barcos chinos en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) y la plataformacontinental de Vietnam no solo viola gravemente la soberanía del paísindochino, sino que también es contraria al derecho internacional.
Afirmó que el gigante asiático no tiene ninguna basejurídica para reclamar esas aguas.
Los movimientos de China han convertido al Mar delEste en un punto de atracción internacional, señaló, y citó como ejemplo ademásel aterrizaje de prueba de aviones en una pista construida ilegal en el arrecifeChu Thap (Riery Cross) en el archipiélago vietnamita de Truong Sa (Spratly) y lamilitarización por parte de Beijing de entidades artificiales en esas aguas, entreotros.
Según Lokshin, China intenta convertir un área sindisputas o reclamos superpuestos en el Mar del Este en una disputada, mientrasobstaculiza las actividades legales de petróleo y gas de Vietnam y Rusia en esazona.
El Mar del Este es ahora una zona muy peligrosa yrequiere la responsabilidad de los países costeros como Malasia, Indonesia,Filipinas, Vietnam y Brunéi, indicó.
Estos países necesitan formar un grupo para reclamarsus derechos legales a fin de resolver las actuales controversias, añadió.
Su opinión fue compartida por Dmitri Mosyakov, directordel Centro de Estudios del Sudeste Asiático, Australia y Oceanía del Institutode Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia, quien enfatizó elestado de derecho en las negociaciones sobre un Código de Conducta (COC) en el Mardel Este.
Los oradores afirmaron que todas las partes debenrespetar las leyes internacionales reconocidas, incluida la UNCLOS de 1982, dela cual China es signataria./.