El 15 de septiembre, el BAD publicó el informe de Actualización de Perspectivas del Desarrollo Asiático (ADO) 2020, su principal edición económica anual.
El informe prevé que la economía de Vietnam crezca 1,8 por ciento en 2020 en medio de la pandemia de COVID-19 y se recupere a 6,3 por ciento en 2021.
Los expertos del BAD analizaron que la economía del país indochino se beneficiará del continuo traslado de la producción de China a Vietnam y de la implementación del Acuerdo de Libre Comercio entre la nación y la Unión Europea (EVFTA). Un crecimiento más lento de lo normal mantendría la inflación en 3,3 por ciento en 2020 y 3,5 por ciento en 2021.
Según el informe, el consumo interno se mantendrá débil. A pesar de la recuperación de las ventas minoristas en julio y la continuación de la inflación moderada, el consumo se verá frenado por los menores ingresos de los hogares y las empresas, el aumento del desempleo y las suspensiones operativas de muchas empresas, además de las perspectivas mixtas de inversión, la limitada inversión privada y la caída de los fondos extranjeros en el comercio.
“Sin embargo, la inversión pública acelerada en el segundo semestre de 2020 compensará estas debilidades. En 2021, la inversión se verá impulsada por la mejora del desembolso de la inversión pública, el traslado de la producción de China a Vietnam, la recuperación de la economía de ese país vecino y la implementación de un acuerdo comercial con la Unión Europea, destinado a liberalizar en gran medida el comercio”, dijeron los expertos del BAD.
Además, la Organización de Comercio Exterior de Japón publicó una lista de 15 empresas niponas que trasladarán su producción de China a Vietnam. La mayoría de ellas fabrican equipos médicos, mientras que el resto produce semiconductores, componentes de teléfonos, aire acondicionado o módulos de potencia.
Es probable que los préstamos sigan siendo débiles, a pesar de las medidas de respaldo del banco central. La demanda de crédito de las empresas también está cayendo, junto con la débil demanda de los productos y servicios. Por tal motivo, se pronostica que el crédito bancario crecerá solo un 10 por ciento este año, muy por debajo del objetivo anual de 14 por ciento del banco central.
Además, el desempleo seguiría aumentando. Un estudio conjunto de la Organización Internacional del Trabajo y el BAD proyectó que Vietnam perderá 548 mil puestos de trabajo para los jóvenes en caso que la pandemia se prolongue, y 370 mil incluso si el brote se controla efectivamente.
Los expertos de BAD dijeron que el panorama económico de Vietnam a corto plazo se encuentra difícil, en el contexto que la recesión económica global resulta peor de lo esperado. Sin embargo, Vietnam muestra una resistencia más fuerte que la mayoría de las economías comparables, en el momento que las perspectivas de la economía a mediano y largo plazo siguen siendo positivas. Las balanzas económicas no se han visto afectadas y es probable que Vietnam se beneficie de las tendencias actuales en los patrones globales de comercio, inversión y producción.
Según Andrew Jeffries, director del BAD en Vietnam, el menor consumo interno y la débil demanda mundial causados por el COVID-19 dañaron la economía de Vietnam más de lo esperado. Sin embargo, el crecimiento económico aún persistirá en 2020, en gran parte gracias al éxito del gobierno en el control de la propagación de la pandemia. La expansión económica estará respaldada por la estabilidad macroeconómica del país, así como el aumento del gasto público y las reformas en curso con el fin de mejorar el entorno empresarial, agregó./.