El diario de Tailandia “Matichon” publicó recientemente un artículo en inglés del embajador vietnamita Nguyen Tat Thanh para refutar el punto de vista de su similar chino Ning Fukui.

Bajo el título “¿Quién es el verdadero provocador de problemas en el Mar Oriental?”, el texto responde punto por punto los argumentos que el embajador Ning presentó en un columna publicada por el mismo rotativo el 23 de junio, e incluye interesantes datos históricos.

A continuación, la VNA les presenta el principal contenido del artículo de Tat Thanh:

“En primer lugar, las informaciones en el artículo del embajador Ning, que consideran que Vietnam “perturbó” las actividades chinas fueron, de hecho, calcadas de un documento publicado el 8 de junio de 2014 en la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores de su país.

“Sin embargo, tanto en ese material como en las ruedas de prensa, los representantes de la Cancillería de Beijing nunca han sido capaces de demostrar evidencias convincentes e imparciales para respaldar sus teorías, enfatizó.

“El anclaje ilegal de la perforadora china Haiyang Shiyou (HYSY) - 981 en las aguas vietnamitas, así como las acciones agresivas e inhumanas de los barcos de escolta han sido informados por numerosos medios de comunicación dentro y fuera de la región, tanto de países desarrollados como en vía de desarrollo.

“Todos los reporteros, críticos y estudiosos coincidieron con los políticos internacionales en que las actividades unilaterales de China, las cuales van en contra de las leyes internacionales, provocan la tensión actual en la zona.

“En segundo lugar, no puedo estar de acuerdo con la perspectiva de Ning de que China ejerce su soberanía sobre el archipiélago de Hoang Sa (Paracels) de manera consecuente, estable y legítima desde mediados del siglo X, puesto que estos argumentos son contradictorios con la historia y no se basan en fundamentos legales.

“Vietnam, por su parte, posee plenas pruebas históricas y legales que demuestran su soberanía sobre ese conjunto de islas y fue la primera nación en ocupar y ejercer sus derechos soberanos ininterrumpida y pacíficamente en Hoang Sa, al menos desde el siglo XVII cuando era aún un res nullíus.

“Desde la época de la dinastía Nguyen (1802- 1945) los reyes formaron distintas milicias populares, llamadas entonces flotillas de Hoang Sa, que se encargaron de administrar, explotar recursos naturales y realizar trabajos de planimetría, construcción de pagodas y rescate marítimo en esa área. Todas estas actividades fueron registradas en documentos oficiales.

“Mientras tanto, existe una contradicción entre los argumentos de Ning y la historia documentada de su propio país.

“Por ejemplo, las autoridades de la dinastía Qing se negaron en 1898 a compensar a dos dueños de los barcos, el británico Bellona y el nipón Himeji Maru, saqueados por pescadores chinos después de que naufragaron cerca de Hoang Sa o Paracels.

“En aquel entonces, el subvirrey de Guangdong argumentó que Paracels era una res nullíus, no pertenecía a Beijing y no tenía nada que ver con la administración del distrito de Hainan u otros territorios chinos.

“Aquella respuesta resultó fácil de entender dado el contexto histórico de que durante largos períodos, las realezas chinas de Ming (1268-1644) y Qing (1644 – 1912) aplicaron la política “Prohibición Marítima” (Haijin), lo cual demuestra más bien una tradicional mente defensiva ante amenazas provenientes del mar que un deseo de trascender más allá de territorios continentales para adueñarse de las inmensas aguas en su alrededor.

“Al reflejar el pensamiento chino al respecto, el renombrado cartógrafo francés Jean – Baptiste Bourguignon d’Anville demarcó, en un mapa publicado en el siglo XVIII en Alemania, a la isla de Hainan como el extremo sureño del territorio de ese país en el período del emperador Qianlong (1736- 1795), lo que coincidió con la absoluta mayoría de las cartografías contemporáneas, tanto chinas como occidentales.

“Esa misma edición fue el obsequio que la canciller alemana Angela Merkel dedicó el pasado marzo al presidente chino, Xi Jinpging, durante su visita a Berlín.

“En tanto, los mismos documentos publicados por Beijing, como Haiwai Jishi de 1696 o Hailu de 1820 o los internacionales como la Revista de la Sociedad Asiática de Bengala (1837) y Revista de la Sociedad Geográfica de Londres (1849) incluso reconocieron a Hoang Sa como un territorio jurisdiccional de Vietnam.

“Además, en términos legales, no existen materiales oficiales de valor mundial que ratifiquen la reocupación china de Hoang Sa de manos de Japón en 1946, como lo inventó el diplomático Ning.

“Es de destacar que en la histórica Conferencia de San Francisco de 1951, la solicitud de un reconocimiento de Japón a la soberanía de Beijing sobre Hoang Sa fue refutada ampliamente, con 46 votos en contra, del total de 51.

“Viceversa, en la misma cita, el entonces primer ministro vietnamita, Tran Van Huu, corroboró la pertenencia del archipiélago a su país y no enfrentó disconformidad alguna de otros países asistentes.

“Luego en la Conferencia de Ginebra en 1954 sobre la recuperación de la paz en Indochina, se declaró la obligación de las partes firmantes – incluida la mismísima República Popular China – a respetar la independencia y la integridad territorial de Hanoi.

“Esa disposición incluyó las islas de Hoang Sa, que estaban bajo la administración de las fuerzas francesas y la entonces República de Vietnam (el aliado de los galos) en el Sur, y Beijing, en calidad de participante en esa cita internacional, debe ser completamente consciente de esa realidad.

“Es por eso que la acción de China en 1974, considerada por Ning como una “expulsión” de la fuerza vietnamita de Hoang Sa, fue, en realidad, una invasión con fuerza condenada fuertemente tanto por el gobierno pro-norteamericano de Saigon como por el Frente de Liberación Nacional de Vietnam del Sur (el representante legal de las fuerzas revolucionarias).

“Está claro que tal acción no se puede considerar como una evidencia para que China exija su soberanía “indiscutible”, como lo reconoció indirectamente el Memorando de su propia Cancillería emitido el 12 de mayo de 1988 y publicado en la misma fecha en el periódico “Renmin Ribao” (Diario del Pueblo).

“En tercer lugar, el embajador Ning dijo que la operación de Haiyang Shiyou – 981 es una continuidad del proceso de perforación durante los últimos diez años y el equipo está totalmente en la zona soberana y jurisdiccional de Beijing y que Hanoi no tiene ningún derecho de comentar, interferir o obstaculizar esas actividades.

“Sin embargo, esas acciones ilegales chinas en las aguas vietnamitas siempre han tropezado con la protesta de Hanoi de varias formas y en distintos niveles.

“Aquí cabe recordar que ante la actitud de China y su severa violación de los derechos legítimos de Hanoi, un funcionario de la Cancillería de Vietnam elevó su voz el 5 de agosto de 2010 para rechazarlas.

“En el caso de la plataforma Haiyang Shiyou – 981, la enérgica objeción vietnamita es una reacción natural y comprensible de “una persona que protege su propio patio ante la irrazonable demanda de apropiación de un vecino”.

“El emplazamiento ilegal de ese equipo perforador chino totalmente en la zona económica y la plataforma continental vietnamitas violó su soberanía y su derecho jurisdiccional, estipulados en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) de 1982.

“El embajador Ning aseguró que esa zona pertenece a las aguas de Xisha (nombre chino para Hoang Sa de Vietnam), con el argumento de que se sitúa a 17 millas náuticas de su línea de base y a 120 - 140 millas náuticas de la de Vietnam. Pero la demarcación trazada por China es inválida, además de ser confusa e incoherente, al ir en contra a lo establecido en UNCLOS.

“Lo que quiero subrayar aquí es que China no cumplió con sus palabras al pretender ignorar la declaración en 1975 de su entonces máximo dirigente Deng Xiaoping de que “ambos países deben negociar para dirimir las diferencias en soberanía sobre Hoang Sa”, palabras reportadas en el arriba mencionado Memorando de mayo de 1988.

“El embajador Ning afirmó que China es un gran país con responsabilidad y que no provoca problemas y tiene el menor deseo de ver cualquier inestabilidad en nuestro vecindario.

“Si bien me impresionaron esas palabras elocuentes, más me preocupa aún la gran brecha entre las palabras y las acciones de Beijing, mostrada claramente en el caso de la plataforma petrolífera Haiyang Shiyou- 981.

“Sin embargo, aplaudo verdaderamente su declaración de que “China hará todo lo necesario para disminuir la tensión”.

“Creo que con esa voluntad, lo más práctico que China debe hacer es retirar ese emblemático equipo perforador y los buques de escolta de las aguas vietnamitas, una movida que está totalmente dentro de su poder y seguramente calmará la situación.

“La acción más concreta para persuadir a los países más pequeños, como Vietnam y Tailandia, de que China es una verdadera gran nación con responsabilidad es resolver las diferencias mediante el diálogo y vías pacíficas y, más importante aún, cumplir con las leyes internacionales.” – VNA