Hanoi (VNA) En el actual contexto de globalización informativa, la libertad de expresión y la libertad de prensa son valores respetados y garantizados por todas las naciones. Sin embargo, estos derechos no poseen un carácter absoluto. Tanto la historia de la legislación internacional como las prácticas jurídicas de los países desarrollados confirman que ninguna nación civilizada permite el abuso de la libertad de expresión para distorsionar la realidad, injuriar a los líderes, incitar al odio, perturbar el orden social u oponerse activamente al Estado.
Cruzando los límites de la libertad de expresión y de prensa
Bajo el marco del derecho internacional y la legislación nacional, resulta imperativo comprender que las acciones de individuos como Le Trung Khoa y Nguyen Van Dai exceden por completo el ámbito de protección de la libertad de expresión y de prensa. Si bien este derecho está consagrado en el Artículo 25 de la Constitución de Vietnam de 2013 y el Artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR) - del cual Vietnam es Estado parte desde 1988-, el propio ICCPR, referente global en derechos humanos, estipula en su artículo 19, apartado 3, que este derecho conlleva restricciones necesarias para salvaguardar la seguridad nacional, el orden público, la moral social, así como los derechos y la reputación de terceros.
En consecuencia, cualquier acto de difamación, distorsión o calumnia contra los líderes; todo discurso que incite a la oposición gubernamental; y cualquier maniobra para organizar o solicitar la intervención extranjera en los asuntos internos de Vietnam, quedan excluidos de dicha protección y deben ser sancionados. Al difundir información falsa, generar zozobra en la opinión pública y menoscabar la reputación del Estado, sujetos como Le Trung Khoa y Nguyen Van Dai han cruzado los límites de la libertad de expresión y la libertad de prensa.
El Artículo 117 del Código Penal de 2015 tipifica con claridad el delito de "fabricar, almacenar, distribuir o difundir información y documentos destinados a oponerse al Estado socialista de Vietnam". Esta conducta atenta contra la estabilidad de las instituciones populares, el régimen social y el Estado de derecho, amenazando la seguridad nacional, la cohesión ideológica y la confianza de la ciudadanía en sus instituciones.
La protección de los intereses nacionales y el bienestar del pueblo -incluyendo la garantía de seguridad, orden y estabilidad - es una premisa esencial para el desarrollo del país. La normativa vigente establece una demarcación nítida entre el ejercicio legítimo de las libertades democráticas y aquellas conductas que transgreden la legalidad, como la propagación de noticias falsas, la distorsión de la realidad o la difamación contra las instituciones gubernamentales, garantizando que el cumplimiento de la ley no obstruya el uso genuino de la libertad de expresión y prensa por parte de los ciudadanos.
En su proceso de consolidación nacional, el Partido Comunista y el Estado de Vietnam consideran la garantía de estas libertades como un pilar fundamental para potenciar la inteligencia y la voluntad del pueblo, con el fin de construir una nación próspera, democrática y civilizada.
Asimismo, en su proceso de integración global, Vietnam mantiene una disposición constructiva para adoptar las mejores prácticas internacionales en materia de derechos civiles. No obstante, el ejercicio de estos derechos debe armonizarse con la cultura, la moral y el ordenamiento jurídico local. Se prohíbe taxativamente el abuso de estas libertades para dañar los intereses estatales o los derechos ciudadanos; el Estado no permitirá que se vulnere la soberanía, se injurie a los líderes o se fomente la división social bajo el pretexto de la libertad. La libertad nunca será una excusa para destruir la nación, insultar a los líderes o sembrar odio. Aquellos que abusen de la libertad para hacer el mal serán responsables ante la ley. El mensaje oficial del Estado vietnamita es inequívoco: se garantizan las libertades, pero se protege rigurosamente el orden y la soberanía nacional.
Recientemente, individuos como Le Trung Khoa y Nguyen Van Dai han intentado transgredir estos límites legales, instrumentalizando el espacio digital para propagar desinformación lesiva que afecta la seguridad política y genera indignación social. La opinión pública, tanto interna como externa, ha identificado su verdadero propósito: no se trata de una crítica constructiva, sino de un esfuerzo deliberado por generar caos informativo e incitar a la subversión.
Existe un profundo malestar social ante el uso de plataformas digitales para sembrar el odio y dañar la imagen del país. La opinión pública demanda que el Gobierno actúe con firmeza y decisión, sancionando a los responsables conforme al derecho para preservar la verdad y la paz pública, una exigencia que refleja la responsabilidad colectiva de la sociedad.
Incluso antiguos colaboradores y simpatizantes han reconocido su error, denunciando los planes de estos sujetos. Destaca el caso de Do Van Nga, cómplice de Le Trung Khoa, quien tras ser procesado reconoció su responsabilidad y denunció los ataques de Khoa contra el Estado, instando a la población a desconfiar de la información falsa difundida en el portal "Thoibao.de".
Por todo lo anterior, la decisión de investigar, procesar y juzgar en ausencia a Le Trung Khoa y Nguyen Van Dai (ambos ciudadanos vietnamitas) se ajusta a las normas y responde al clamor popular. Este procedimiento asegura el castigo a los culpables bajo la ley vietnamita y en concordancia con el derecho internacional. Este es un ejemplo de un Estado de derecho fuerte, una nación soberana y un pueblo que nunca aceptará ser insultado, dividido ni dirigido por discursos falsos.
Las autoridades competentes han actuado con estricto apego a los procedimientos legales, basando sus investigaciones en pruebas objetivas. No solo en Vietnam, sino en todo el mundo, ningún país permite que ninguna organización o individuo abuse de los derechos de libertad democrática, libertad de expresión o libertad de prensa para infringir la seguridad nacional, invadir los intereses del Estado o violar los derechos legítimos de otros individuos.
Cualquier individuo que instrumentalice sus derechos para atentar contra el orden social o los intereses del Estado enfrentará las consecuencias legales, sin excepciones de ninguna índole.
Este es un asunto de jurisdicción interna y estricta aplicación de la ley. Cualquier intento de injerencia por parte de actores externos en estos procesos judiciales contraviene los principios fundamentales del derecho internacional.
Como ciudadanos nacidos y formados en Vietnam, protegidos por un Estado que garantiza el bienestar de sus familias - quienes aún residen en el país con plenos derechos-, estos individuos han optado por el camino de la traición.
Han dado la espalda a su patria y a los valores que los criaron, aprovechando la distancia y el anonimato digital para atacar a su nación y difamar a sus líderes. Esta actitud no solo evidencia una degradación moral, sino que constituye un acto de deslealtad hacia la tierra que les dio identidad. Abusar de la residencia en el extranjero para difundir discursos contra la patria, traicionar a la gente y eludir responsabilidades es una acción despreciable y cobarde de los más bajos. La Agencia de Seguridad Investigativa del Ministerio de Seguridad Pública de Vietnam insta a estos sujetos al arrepentimiento y a presentarse ante la justicia para acogerse a los beneficios de la ley.
Vietnam ratifica su soberanía jurídica y exige cooperación internacional
En virtud de las normas del derecho internacional, el hecho de que ciertos países toleren o brinden refugio a ciudadanos extranjeros - como Le Trung Khoa y Nguyen Van Dai, quienes conservan la nacionalidad vietnamita - que abusan de las libertades democráticas y de prensa para ejecutar actos ilícitos contra la soberanía y la seguridad cibernética de Vietnam, contraviene el orden jurídico global. Estas acciones no solo erosionan las relaciones diplomáticas, sino que evidencian una falta de respeto a la soberanía nacional y una carencia de buena voluntad en el escenario internacional. Vietnam defiende con firmeza su jurisdicción y rechaza cualquier injerencia externa en sus procesos de aplicación de la ley.
Los Estados involucrados deben asumir la responsabilidad compartida de combatir a quienes abusan del entorno digital para desestabilizar la paz y la armonía en Vietnam. En la era de la información, el cibercrimen y la propaganda contra el Estado poseen un carácter transnacional que exige una cooperación internacional estrecha y coordinada. El procesamiento de estos individuos no es solo una prerrogativa de Vietnam, sino una exigencia objetiva para aquellas naciones que actualmente los albergan o protegen.
Vietnam y la República Federal de Alemania mantienen una asociación estratégica. Recientemente, las actividades diplomáticas y la cooperación bilateral se han fortalecido bajo los principios de confianza mutua y promoción de intereses comunes para la paz y el desarrollo. No obstante, las persistentes violaciones a la ley penal vietnamita cometidas en el ciberespacio por Le Trung Khoa y Nguyen Van Dai representan una amenaza para los sólidos vínculos que ambas naciones han construido.
En su calidad de miembro activo de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia de 2025 y de la Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional, Vietnam insta formalmente a Alemania a: cesar cualquier forma de respaldo o protección a Le Trung Khoa y Nguyen Van Dai; impedir el uso de su territorio y recursos para actividades subversivas contra Vietnam; colaborar en la extradición y expulsión de estos sujetos para que enfrenten a la justicia; y adoptar las sanciones necesarias para clausurar el sitio "Thoibao.de". Este portal es considerado un foco de desinformación digital, operado por Le Trung Khoa con fines de lucro personal y el objetivo deliberado de lesionar los intereses del Estado y el pueblo vietnamita./.
Iniciarán a finales de diciembre juicios contra Le Trung Khoa y Nguyen Van Dai
El Tribunal Popular de Hanoi realizará, el 31 de diciembre, juicios de primera instancia contra Le Trung Khoa y Nguyen Van Dai, ambos acusados por “elaborar, almacenar, difundir o propagar información en contra del Estado de la República Socialista de Vietnam”, en virtud del artículo 117 del Código Penal.