Hanoi (VNA) Como es costumbre desde hace siglos, del 4 al 7 de enero lunar cada año, los luchadores de la aldea de Mai Dong, en el distrito de Hoang Mai, en Hanoi, se reúnen para competir en la casa comunal del poblado.
En un ambiente vigoroso con ritmos estimulantes de tambor, los visitantes entusiasmados tratan de llegar temprano al acto inaugural del festival para disfrutar de los rasgos culturales más arraigados de una aldea famosa de la capital.
Dice la leyenda que el festival de lucha de Mai Dong se fundó en los años 40 después de Cristo bajo la dinastía de las dos hermanas Trung.
En aquel entonces, el general Nguyen Tam Trinh llegó a la aldea de Mai Dong y luego enseñó las técnicas de lucha a los lugareños para mejorar la salud.
Más tarde, desarrolló grupos de luchadores para reclutar a los jóvenes al Ejército, como contribución a victorias de diferentes movimientos revolucionarios de las dos hermanas Trung.
En honor de este general legendario, los habitantes de la aldea de Mai Dong le nombraron Patrón y le construyeron un santuario de culto.
Con el transcurrir del tiempo, el festival de lucha en este poblado se ha preservado hasta la fecha.
Al respecto, Ha Dang Dong, miembro de la unidad organizadora de la festividad reveló que el evento anual congregó no sólo a los aldeanos sino también a los luchadores de otras localidades vietnamitas.
El rasgo más peculiar del festival de lucha de la aldea de Mai Dong es la participación de numerosos competidores de diferentes edades provenientes de distintos centros de capacitación deportiva en todo el país.
Antes de un combate, los dos luchadores se saludan como acto de veneración a los antepasados y héroes de la nación.
En este rito, ambos realizan los movimientos demostrativos para incitar a su rival y al mismo tiempo expresar su confianza en sí mismo.
Cuando comienza el combate, los espectadores se sienten atraídos por un entorno estimulante resaltado por las ovaciones y resonancias de tambor.
En la arena, cada par de luchadores de músculos semidesnudos se mueven para buscar los puntos flacos de su rival.
Alrededor de la arena, los espectadores vitorean a los competidores, vigilan cada acontecimiento del combate y aplauden los golpes creativos.
En especial, los combates entre los luchadores infantiles reciben habitualmente ovaciones de los visitantes, a quienes les traen sonoras carcajadas.
Similar a numerosos niños de la aldea, el luchador Nguyen Huu Nam, de 10 años de edad, expresó su alegría por participar en el festival.
Los luchadores compiten por las tres posiciones más altas del festival, junto a las menciones y preseas para los niños. Los que ganan tres combates consecutivos obtienen el primer premio.
El festival de lucha de la aldea de Mai Dong se torna estimulante gracias la atención especial de los espectadores por sus competiciones así como sus rasgos originales de la cultura popular de Vietnam, lo que contribuye a enaltecer la deportividad y la unidad del Pueblo.-VNA