Manila, 19 ago (VNA)- Pese a las señales positivas de la economía en el segundo trimestre del año, el nuevo gobierno del presidente filipino, Rodrigo Duterte, enfrenta a los desafíos a raíz del aumento de brecha entre pobres y ricos.
Los datos oficiales publicados este jueves, la economía filipina creció siete por ciento en ese periodo, el índice más alto durante los últimos tres años.
Los pobres filipinos constituyen actualmente el 26 por ciento de la población y el gobierno intenta reducir esa tasa al 17 por ciento para el 2022, cuando concluya el período del presidente Duterte en el cargo.
El crecimiento de los sectores agrícola y acuícola, a los que se dedica la mayoría de los pobres de este país, unas diez millones de personas, se redujo 2,1 por ciento en el segundo trimestre del año, el quinto trimestre consecutivo de baja.
Para alcanzar la meta de reducción de la pobreza, Filipinas desplegará un paquete de estimulo económico dirigido al mejoramiento de infraestructura, educación y salud, dijo el ministro de Finanzas, Carlos Dominguez.
El gobierno filipino publicó el día 16 pasado un plan presupuestario para el año próximo, según el cual aumentará 11,6 por ciento el presupuesto para gastos y 31 por ciento para la educación.
Filipinas fija la meta de alcanzar el Producto Interno Bruto de siete por ciento en la segunda mitad de 2016 y de 6,5 a 7,5 por ciento el año próximo.-VNA