Manila (VNA) – Filipinas y Estados Unidos concluyeron este martes un ejercicio de cinco días con el fin de fortalecer la capacidad de enfrentamiento a los actos de piratería aérea.
De acuerdo con la Secretaria de Defensa de Filipinas, se trata del primer evento de esta índole entre los dos países, el cual contó con la participación de mil 200 soldados, policías de aeropuerto, negociadores y residentes.
La situación presentada en el ejercicio fue la de una hipóteco acto de piratería aérea perpetrado por ocho terroristas del autodenominado Estado Islámico (EI), los cuales obligaron al avión, que cubría la ruta de Sídney a Honolulu, a aterrizar en el aeropuerto Clark en el Norte de Manila. Los participantes no supieron que era una maniobra hasta el cierre de la operación. Las unidades filipinas liberaron a los rehenes con la asistencia técnica de Estados Unidos.
El secretario de Defensa filipino, Delfin Lorenzana, afirmó que el ejercicio se desarrolló en concordancia con la voluntad del presidente Rodrigo Duterte de implementar el tratado de cooperación bilateral en defensa, firmado en 1951 con énfasis en la lucha antiterrorista y el rescate en catástrofes.
Añadió que Manila y Washington revisarán las actividades militares conjuntas durante una reunión entre dirigentes castrenses, prevista para hoy en Hawái.
Durante los últimos años, Filipinas y Estados Unidos efectuaron numerosos ejercicios contra crímenes transnacionales y catástrofes, así como obras de garantía de la seguridad marítima.
El reciente ejercicio se realizó en un contexto en el que Estados Unidos está apoyando a Filipinas en el enfrentamiento contra los insurgentes partidarios del EI en la ciudad sureña de Marawi.
El último acto de piratería aérea en Filipinas ocurrió en mayo de 2000, cuando un pasajero, equipado de granada y pistola, obligó a un avión de la aerolínea nacional, que viajaba hacia Manila, a regresar a Davao, en el Sur. – VNA
De acuerdo con la Secretaria de Defensa de Filipinas, se trata del primer evento de esta índole entre los dos países, el cual contó con la participación de mil 200 soldados, policías de aeropuerto, negociadores y residentes.
La situación presentada en el ejercicio fue la de una hipóteco acto de piratería aérea perpetrado por ocho terroristas del autodenominado Estado Islámico (EI), los cuales obligaron al avión, que cubría la ruta de Sídney a Honolulu, a aterrizar en el aeropuerto Clark en el Norte de Manila. Los participantes no supieron que era una maniobra hasta el cierre de la operación. Las unidades filipinas liberaron a los rehenes con la asistencia técnica de Estados Unidos.
El secretario de Defensa filipino, Delfin Lorenzana, afirmó que el ejercicio se desarrolló en concordancia con la voluntad del presidente Rodrigo Duterte de implementar el tratado de cooperación bilateral en defensa, firmado en 1951 con énfasis en la lucha antiterrorista y el rescate en catástrofes.
Añadió que Manila y Washington revisarán las actividades militares conjuntas durante una reunión entre dirigentes castrenses, prevista para hoy en Hawái.
Durante los últimos años, Filipinas y Estados Unidos efectuaron numerosos ejercicios contra crímenes transnacionales y catástrofes, así como obras de garantía de la seguridad marítima.
El reciente ejercicio se realizó en un contexto en el que Estados Unidos está apoyando a Filipinas en el enfrentamiento contra los insurgentes partidarios del EI en la ciudad sureña de Marawi.
El último acto de piratería aérea en Filipinas ocurrió en mayo de 2000, cuando un pasajero, equipado de granada y pistola, obligó a un avión de la aerolínea nacional, que viajaba hacia Manila, a regresar a Davao, en el Sur. – VNA
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