La Asamblea 132 de la Unión Interparlamentaria (IPU-132 en inglés), que se celebró del 28 de marzo al 1 de abril en Vietnam, adoptó la Declaración de Hanoi sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible: pasar de las palabras a acciones.

A continuación, la Agencia Vietnamita de Noticias presenta el texto integro del documento:
“Nosotros, los parlamentarios de 133 países y 23 organizaciones parlamentarias internacionales y regionales, nos reunimos en Hanoi, Vietnam, para revisar los objetivos de desarrollo sostenible emergentes y considerar nuestro papel en el alcance de ellos.

“Esta es nuestra declaración.

“A pesar de los avances mundiales en la tecnología, la salud, el conocimiento y la riqueza material, las profundas disparidades económicas y sociales se incrementan, en detrimento de todo el planeta, con el progreso eludiendo a muchos en todo el mundo.

“Esta situación -exacerbada por la amenaza urgente del cambio climático y las crecientes olas de descontento social, la inestabilidad política y los conflictos dentro o entre países - están llegando a un punto crítico. Como vimos con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, los compromisos internacionales sólo pueden cumplirse con una fuerte voluntad política, liderazgo y control nacionales. Como parlamentarios, tenemos la obligación moral de actuar.

“La adopción de la nueva agenda de desarrollo post-2015 y sus objetivos de progreso sostenible, en septiembre de 2015 ofrecerá una oportunidad única para enfrentar los desafíos globales, utilizando un enfoque universal e integrado que se aplicará a todos los países con la vinculación de la erradicación de la pobreza con el desarrollo acelerado.

“Visión

“En este momento crítico, nosotros, los parlamentarios del mundo, reafirmamos nuestra visión de un desarrollo sustentable con el hombre como núcleo, sobre la base de la realización de todos los derechos humanos, la erradicación de la pobreza en todas sus formas y la eliminación de las desigualdades, facultando así a todos los individuos para ejercer todo su potencial. Esto requiere de condiciones de paz y seguridad, en plena observancia de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional.

“La eliminación de la pobreza y el desarrollo sustentable son un compromiso compartido por todos nosotros y debemos esforzarnos hacia una distribución mejor y más equitativa de los recursos. Nuestros patrones de producción y consumo actuales son claramente insostenibles, y todos los países - desarrollados y en desarrollo - necesitan trabajar juntos. Las naciones desarrolladas han de cooperar para avanzar hacia un modelo común de un crecimiento inclusivo y sostenible.

“Un enfoque centrado en el hombre requiere de la justicia en el sector ambiental: el planeta y todos sus ecosistemas deben ser tratados como bienes comunes de la humanidad entera para disfrutar ahora y en el futuro. El bienestar humano debe ser el motor de todas las políticas para el desarrollo sostenible y el progreso se mide en términos que van más allá del Producto Interno Bruto. Las personas son las más contribuyentes y consumidoras; son ciudadanas dotadas de derechos y responsabilidades para con los demás. Tenemos que invertir en ellos - su salud, nutrición, educación y habilidades - como nuestro recurso más importante.

“Todas las instituciones gubernamentales deben ser representativas y accesibles a todos. Las diferencias culturales deben ser respetadas, y los enfoques locales para el desarrollo sostenible deben ser asimilados. Todos los ciudadanos, sin discriminación de sexo, raza, cultura, religión y estado de salud, deben estar empoderados para trabajar en cooperación por la paz y el bien común.

“Compromiso

“Reconociendo que las metas de desarrollo sostenible serán resultado de un delicado compromiso, confianmos en este marco de transformación que inspirará la formulación de políticas en todos los países.

“Nos complacemos que nuestros esfuerzos para abogar por la inclusión de los objetivos en una vida sana y el bienestar, la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, reducir las desigualdades dentro y entre países, y en la gobernanza, han dado sus frutos. Apreciamos el amplio enfoque en la salud, que proporcionará una oportunidad para poner fin a la epidemia del SIDA, mientras enfrentamos los retos emergentes como las enfermedades no transmisibles.

“Damos la bienvenida a nueva meta exhortando medidas urgentes contra el cambio climático, y apreciamos ese objetivo respecto a los medios de aplicación – las finanzas, el comercio, la tecnología, el desarrollo de capacidades y reformas sistémicas -que deben ser movilizados detrás del nuevo marco. Este propósito debe inyectar nuevas energías en la alianza mundial para el desarrollo actual.

“Nos comprometemos a hacer todo lo posible para fortalecer el papel de gobernante de las naciones de los objetivos, en particular, mediante su comunicación con electores. La población debe entender cómo los objetivos son relevantes para su vida. Como representantes del pueblo, somos responsables de asegurar que todos y cada voz se escuche en el proceso político, sin discriminación y con independencia de su condición social.

“Nos comprometemos a traducir las metas en leyes y reglamentos nacionales, incluida la distribución presupuestaria. Cada país debe hacer su parte para asegurar que se cumplan todos los objetivos.

“Acción

“Como parlamentarios, debemos apoyar los esfuerzos para alcanzar los nuevos objetivos de manera que respete las particularidades nacionales de cada país. Nuestra responsabilidad es clara: garantizar que los gobiernos asuman responsablemente las metas que han suscrito, y que las leyes y presupuestos relativos se adopten.

“Nuestra primera tarea debe ser la de examinar nuestras instituciones y los procesos de toma de decisiones para asegurarse de que son aptos para el propósito.

“Como representantes del pueblo, nuestra preocupación es defender el interés público y perseguir el bien común por encima de todo. Debemos evitar que los intereses particulares ejerzan influencia excesiva en nuestras deliberaciones. Hay que centrarse en la construcción de consensos en torno a soluciones prácticas.

“Trataremos de superar la mentalidad de depósitos dentro de nuestros propios parlamentos y las administraciones nacionales, para reflejar el carácter intersectorial de las metas. Para ello, haremos todo lo posible para institucionalizar los objetivos en todos los parlamentos, con tiempo suficiente para el debate y la supervisión. Comités y procesos parlamentarios deben perseguir todos los objetivos de manera coherente.

“Ayudaremos a las naciones adueñarse de los objetivos para que cada una tenga un plan de desarrollo sostenible, elaborado de manera inclusiva y participativa, actuando a través de audiencias públicas con la sociedad civil, y en línea con el marco internacional de los derechos humanos.

“Nos comprometemos a elaborar leyes y disposiciones presupuestarias acordes con el plan nacional de desarrollo sostenible, identificando claramente los objetivos y metas que se aplican y medios de financiación. Los gobiernos deben informar anualmente a los parlamentos sobre la aplicación del plan nacional. Los parlamentos deberían recabar información periódica de sus electores para ayudar a evaluar el progreso en el terreno, donde más importa.

“Nos comprometemos además a medir el progreso no sólo en términos de promedios nacionales, sino en los más vulnerables y desfavorecidos en la sociedad para garantizar que nadie se quede atrás. Capacidades nacionales fuertes para la recopilación y el desglose de datos, en particular por sexo, edad, grupo minoritario, y el estado de salud, serán cruciales.

“Reconociendo nuestro papel en la movilización de los medios para alcanzar los objetivos, incluyendo el financiamiento de fuentes privadas y públicas, y tanto a nivel nacional como internacional, apoyaremos el cumplimiento de todos los compromisos internacionales. En escencia, trabajaremos para aumentar los recursos nacionales, en particular combatir los flujos financieros ilícitos. Mejoraremos la calidad y cantidad de la asistencia estableciendo un mecanismo de reestructuración de la deuda soberana de manera ordenada, fortaleceremos el entorno para las inversiones del sector privado, incluso a través de asociaciones público-privadas, y reformaremos el régimen financiero, monetario y comercial mundial en formas que apoyen directamente un sostenible desarrollo.

“Por último, nos comprometemos a respaldar la rendición de cuentas para alcanzar las metas a nivel mundial. Trataremos de adherir a nuestras delegaciones nacionales a las reuniones anuales del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, donde se discutirán los informes de progreso global. Contribuiremos a los exámenes nacionales presentados al Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible. Siempre que sea posible, participaremos en las actividades de las Naciones Unidas en nuestros países para compartir información y explorar todas las vías de cooperación para avanzar en nuestros planes nacionales.

“Pedimos que los aspectos centrales de esta Declaración y de su predecesor, el Quito Comunicado, se reflejarán en los resultados de la Cuarta Conferencia Mundial de Presidentes de Parlamento a finales de este año, lo que a su vez servirá de entrada a la Cumbre de las Naciones Unidas en septiembre.
“Instamos a los gobiernos para llevar a cabo las negociaciones teniendo en cuenta las necesidades reales y expectativas de los ciudadanos y solucionar los importantes vínculos entre el desarrollo sostenible, la gobernanza democrática y los derechos humanos. La Declaración de las Naciones Unidas post-2015 debería comprometerse a construir fuertes instituciones públicas, incluidos los parlamentos con la habilidad y capacidad para garantizar la rendición de cuentas por los resultados. Animamos a los redactores de la Declaración de reconocer el papel fundamental y la responsabilidad de los parlamentos - y de la IPU como de su organización mundial - en la implementación y seguimiento de los avances en la nueva agenda de desarrollo.

“Además, hacemos hincapié en que la coherencia entre los resultados de las negociaciones de este año en el programa de desarrollo posterior al 2015, la financiación para el desarrollo, el cambio climático y la reducción del riesgo de desastres es esencial para la aplicación efectiva a nivel nacional.
“Estamos profundamente agradecidos a la Unión Interparlamentaria, nuestra organización mundial, por elevar la conciencia de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y para hacer oír nuestra voz en las Naciones Unidas. Aspiramos continuar recibiendo la ayuda de la IPU en nuestros esfuerzos de alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible.
“Juntos, lograremos éxito".- VNA