El embajador vietnamita en Bélgica, Pham Sanh Chau, escribió un artículo para refutar punto por punto los argumentos sobre tema Mar Oriental de su homóloga china Yang Yanyi, publicados anteriormente en el portal informativo New Europe.

A continuación la VNA les presenta el contenido principal del texto de Sanh Chau, titulado “La verdad depurará las aguas del Mar Oriental” y difundido en esa misma página web el jueves pasado.

“La embajadora china Yang Yanyi ofreció el 28 de junio en New Europe su óptica respecto al incidente de la plataforma Haiyang Shiyou – 981 en el Mar Oriental y la relevancia de las leyes internacionales en la búsqueda de soluciones para este asunto.

“Mientras saludo el principio de basarse en la ley planteado por mi colega china, yo prefería dirigir a las inexactitudes que ella mencionó, las cuales lamentablemente arruinan la solidez de sus razonamiento bajo la lupa de las mismas regulaciones internacionales.

“La diplomática trató de justificar la operación ilegal de la perforadora china en aguas vietnamitas con reclamaciones de “soberanía indiscutible de China” sobre el archipiélago de Xisha (nombre chino para Hoang Sa de Vietnam) y “las aguas no disputadas de esas islas”.

“Con todo respeto, quería afirmar que la embajadora se equivocó en ambas cuentas.

“En primer lugar, según las normas internacionales sobre la adquisición territorial, el descubrimiento por individuos es insuficiente para establecer la posesión de un país sobre un territorio. Incluso el hallazgo en nombre de un Estado solamente creará un “título imperfecto”, que debe ser seguido por subsecuentes actos continuos y efectivos de ocupación y gestión.

“Las llamadas islas de Xisha, en verdad, son Paracels (o el archipiélago de Hoang Sa de Vietnam), sobre las cuales el Estado vietnamita ha empleado grandes esfuerzos para establecer su jurisdicción desde al menos el siglo XVII.

“Evidencias de este hecho abundan en documentos históricos oficiales de Vietnam y otros países. La embajadora Yang podría dar un vistazo en la colección de mapas del conocido geógrafo belga Philippe Vandermaelen, que fue introducida en su libro World Atlas (Atlas del Mundo). En la edición de 1827, Vandermaelen presentó el mapa de Cochinchina con Paracels perteneciendo al Imperio de An Nam (entonces nombre de Vietnam).

“Por el contrario, Beijing no pudo exponer evidencia alguna del establecimiento y ejecución de su “soberanía” sobre esas islas a lo largo de la historia. No existe ningún libro histórico o mapa oficial de ese país antes de mediados del siglo XX que confirme a Hoang Sa y Truong Sa (Spratlys) como territorio chino.

“Más claro aún, en todos los mapas y documentos oficiales de China, el extremo sureño del territorio chino es la costa meridional de la provincia insular Hainan y esta verdad también fue reconocida también en la obra de Philippe Vandermaelen.

“Es de notar que la falta de interés de Beijing en la adquisición de territorios marítimos se evidencia en sus propias historia y cultura. Durante miles de años, esta nación siempre veía el mar como recurso de piratería e inestabilidad.

“Con este juicio, numerosas dinastías chinas, incluidas las últimas de Ming (1368 – 1644) y Qing (1644 – 1912), mantuvieron la prohibición de actividades marítimas (conocida como la política de Haijin) – que incluso obligó a sus ciudadanos a moverse 30 – 40 millas hacia tierra adentro – e imputaron a quienes se atrevían a violarla de traición contra el Reino y pena capital.

“Bajo tales condiciones, ¿cómo puede China proclamar que Paracels fue su parte crucial durante más de 100 años, cuando las leyes internacionales requieren a los países reclamantes realizar actividades “continuas y efectivas”, a fin de establecer su posesión sobre determinados territorios?

“ Yang Yanyi argumentó que hasta 1974 Vietnam nunca cuestionó la que ella llama “soberanía de China” sobre Paracels, y que las declaraciones oficiales de Hanoi reafirmaron su reconocimiento de que esas islas pertenecen al territorio chino.

“Esos argumentos infundados, de no ser una ignorancia absoluta, constituyen una deliberada tergiversación de la historia. He aquí las evidencias:

“En la Conferencia de San Francisco en 1951, el jefe de la delegación vietnamita y primer ministro del entonces Estado del país indochino, Tran Van Huu, reafirmó su soberanía sobre Paracels y Spratlys, y no encontró oposición alguna de las naciones participantes.

“Por el contrario, la propuesta soviética para el reconocimiento internacional de la soberanía de la República Popular de China sobre esos archipiélagos fue rechazada nada menos por 46 de las 51 delegaciones integrantes.

“Tres años después, el Acuerdo de Ginebra sobre Indochina de 1954 puso todo el territorio vietnamita abajo del paralelo 17, incluidas esas islas, bajo la administración de la gobierno de Saigon (aliado de Estados Unidos) y este estado se mantuvo hasta la reunificación nacional en 1975.

“Como un activo contribuidor a ese pacto, China debe conocer muy bien la verdad. Entonces, ¿de qué fundamento dispone para reclamar que la República de Vietnam reconoció, antes de 1974, la soberanía de Beijing sobre Paracels y Spratlys?

“El hecho es que Beijing empleó sus fuerzas armadas dos veces, en 1956 y 1974, para usurpar Paracels de la República de Vietnam, la última con múltiples pérdidas humanas. Cabe recordar que el uso de la violencia para la anexión territorial va en contra del principio fundamental de las leyes internacionales establecidos después de la Segunda Guerra Mundial, y por lo tanto, tales actos ilícitos no pueden brindar a China la “soberanía indiscutible” sobre Paracels.

“Es la mismísima China que infringió la integridad territorial de Vietnam con su reclamación y la ocupación ilegales sobre Hoang Sa a través del empleo de la fuerza.

“En segundo lugar, la perforadora Haiyang Shiyou – 981 se colocó en un lugar a solo 120 – 150 millas náuticas de la costa vietnamita y, por eso, completamente dentro de la zona económica exclusiva y la plataforma continental del país indochino, refrendadas en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) de 1982.

“Siendo una parte firmante de este acuerdo internacional, China está obligado a identificar su área marítima en concordancia con las disposiciones de la UNCLOS y respetar los derechos legítimos de otros países costeros de establecer sus aguas jurisdiccionales.

“Además, en la zona donde operaba Haiyang Shiyou – 981, tanto si Beijing reclamó su territorio marítimo desde la costa de Hainan como desde la orilla de cualquier punto en Paracels (aún sin contar con el hecho de que ocupó ilegalmente este archipiélago), no hay posibilidad alguna de decir que esa región son “aguas no disputadas” de China.

“Y por último, la embajadora Yang acusó irrazonablemente a Vietnam de violar leyes internacionales y perjudicar la libertad y seguridad de navegación en el área alrededor de la perforadora. Es justamente lo contrario de la verdad:

“Fue China la parte que desplegó ese ingenio para la exploración petrolífera y movilizó una fuerza de escolta inusualmente abundante, que incluía buques militares, tales como fragatas de misiles, naves de ataque rápido de misiles y antisubmarinas, lanchas de desembarco y aviones caza, lo cual provocó la fuerte protesta de Vietnam y profunda preocupación de numerosos países.

“Vídeos internacionalmente observados señalan que grandes barcos chinos intencionalmente embistieron y utilizaron cañones de agua contra embarcaciones vietnamitas mucho menores, especialmente el 26 de mayo un buque chino deliberadamente persiguió y chocó contra el pesquero vietnamita DNa – 90152 hasta que se hundió, y luego las fuerzas china incluso impidieron a las unidades vietnamitas rescatar a los 10 pescadores a su bordo.

“Esos actos son absolutamente adversos a la declaración de Yang de que China no intimida a países menores, y también evidencias conclusivas inequívocas de que Beijing es el transgresor verdadero de la libertad de navegación, así como la UNCLOS y el Reglamento Internacional para Prevenir Abordajes (RIPA) de 1972.

“La destrucción intencional de equipamiento de navegación y comunicación de naves vietnamitas, y la victimización a oficiales de Hanoi constituyen acciones criminales, y sus causantes deben ser incluso sancionados bajo el Convenio para la Represión de Actos Ilícitos Contra la Seguridad de la Navegación Marítima.

“Al ser demasiado lejano a los hechos reales, la acusación irónica por Beijing de que barcos vietnamitas embistieron embarcaciones del gobierno chino mil 547 veces no está respaldada por ni una sola evidencia convincente.

“La embajadora dijo que más de 30 propuestas de diálogos con Hanoi quedaron sin contestar. No obstante, una importante realidad fue ocultada.

“En esas comunicaciones, lo que quedó sin contestar fue la exigencia de Hanoi de la retirada por Beijing de la perforadora de las aguas soberanas vietnamitas, para crear un entorno conducente a las negociaciones bilaterales.

“Sin embargo, la actitud de Beijing en las conversaciones y su comportamiento en el mar son de poca ayuda al alivio de la tensión y patentizan la falta de buena voluntad para resolver pacíficamente las disputas.

“Me gustaría concordar enteramente con el embajador de Indonesia en Bélgica, Arif Havas Oegrosenno, también presidente de la XX Reunión de las Naciones Integrantes de la UNCLOS, quien en sus comentarios recién publicados en el web RSIS señaló que China, en calidad de Miembro Permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, debe asumir la responsabilidad moral, política y legal de mantener la paz y estabilidad del mundo.

“También saludo la proclamación de Yang Yinyi de que Beijing obedecerá el principio de buscar soluciones pacíficas para las disputas mediante consulta y negociación entre las partes sobre una base equitativa, y que continuará sus esfuerzos para “relajar la tensión con Vietnam” y “vigorizar los nexos bilaterales”.

“Para patentizar su buena voluntad de “depurar las aguas” del Mar Oriental, y para demostrar el mundo que sus palabras corresponden con sus hechos, China debe poner fin de inmediato a los actos violatorios, respetar las leyes internacionales y nunca repetir la tentativa de emplazar la perforadora, o cualquier otros equipos, y sus fuerzas de custodia en las aguas vietnamitas.” – VNA