Chuon Ngo, una pequeña aldea en la periferia de Hanoi, resume la finura y arte de los vietnamitas con uno de los oficios más originales del país indochino: la elaboración de nacarados.
Según documentos históricos, este tipo de artesanía surgió en Vietnam en el siglo V y se reconoce al señor Truong Cong Thanh como el primero en dedicarse a esta actividad de manera profesional.
Pese a los altibajos de la historia, los aldeanos de Chuon Ngo conservaron hasta hoy ese estilo e incluso lo llevaron a la altura de un arte, de fama nacional y con una identidad inconfundible.
La fabricación de una obra de nácar incluye distintas fases: dibujar y cortar el diseño, pegarlo al objeto y tallar la madera por los bordes del diseño.
Después se incrusta el precioso material en el espacio preparado y con un cuchillo de acero se graban los detalles del dibujo para luego lijarlo a manera de que sobresalgan las viñetas más importantes. El proceso termina con el barnizado y laqueado.
Tran Ba Dinh es uno de los artesanos más diestros de Chuon Ngo. Con todo corazón, el septuagenario trata cada día de transmitir su pasión por este oficio a las nuevas generaciones.
Su fama la adquirió con los nacarados de retrato personal. Una de sus obras favoritas es el “Retrato del Presidente Ho Chi Minh”.
Para reproducir a un líder revolucionario como Ho Chi Minh, el reto incluyó reflejar su sonrisa y mirada inteligente, sensible y a la vez, comprensiva y misericordiosa que le hizo ganar el nombre de Tío Ho, declaró a la VNA.
Al principio, sólo se hacían nacarados incrustados en la madera, pero con el aumento de la demanda, en Chuon Ngo utilizan también el cobre, caparazones de tortugas y otros materiales, y el nácar se ha hecho necesario adquirirlo de otros lugares.
El artesano Nguyen Van Luat ilustra la afirmación anterior: “Este caracol procede del mar de Singapur. Predomina el rojo con matices de azul, mientras el celeste resplandece en esta otra almeja oriunda de Nueva Zelanda”.
Junto al preciado material y la viveza de los dibujos, la durabilidad es otra cualidad de los nacarados de Chuon Ngo. Ella sólo se logra con la exactitud, minuciosidad, la inteligencia y sobre todo, la consagración del artesano.
La apertura económica crea desafíos para los artesanos de este antiguo oficio y a la vez propicia la introducción de sus productos en otros mercados. La aldea, ubicada en las cercanías de Hanoi, sigue integrándose al mundo sin mermar las identidades nacionales.-VNA
Según documentos históricos, este tipo de artesanía surgió en Vietnam en el siglo V y se reconoce al señor Truong Cong Thanh como el primero en dedicarse a esta actividad de manera profesional.
Pese a los altibajos de la historia, los aldeanos de Chuon Ngo conservaron hasta hoy ese estilo e incluso lo llevaron a la altura de un arte, de fama nacional y con una identidad inconfundible.
La fabricación de una obra de nácar incluye distintas fases: dibujar y cortar el diseño, pegarlo al objeto y tallar la madera por los bordes del diseño.
Después se incrusta el precioso material en el espacio preparado y con un cuchillo de acero se graban los detalles del dibujo para luego lijarlo a manera de que sobresalgan las viñetas más importantes. El proceso termina con el barnizado y laqueado.
Tran Ba Dinh es uno de los artesanos más diestros de Chuon Ngo. Con todo corazón, el septuagenario trata cada día de transmitir su pasión por este oficio a las nuevas generaciones.
Su fama la adquirió con los nacarados de retrato personal. Una de sus obras favoritas es el “Retrato del Presidente Ho Chi Minh”.
Para reproducir a un líder revolucionario como Ho Chi Minh, el reto incluyó reflejar su sonrisa y mirada inteligente, sensible y a la vez, comprensiva y misericordiosa que le hizo ganar el nombre de Tío Ho, declaró a la VNA.
Al principio, sólo se hacían nacarados incrustados en la madera, pero con el aumento de la demanda, en Chuon Ngo utilizan también el cobre, caparazones de tortugas y otros materiales, y el nácar se ha hecho necesario adquirirlo de otros lugares.
El artesano Nguyen Van Luat ilustra la afirmación anterior: “Este caracol procede del mar de Singapur. Predomina el rojo con matices de azul, mientras el celeste resplandece en esta otra almeja oriunda de Nueva Zelanda”.
Junto al preciado material y la viveza de los dibujos, la durabilidad es otra cualidad de los nacarados de Chuon Ngo. Ella sólo se logra con la exactitud, minuciosidad, la inteligencia y sobre todo, la consagración del artesano.
La apertura económica crea desafíos para los artesanos de este antiguo oficio y a la vez propicia la introducción de sus productos en otros mercados. La aldea, ubicada en las cercanías de Hanoi, sigue integrándose al mundo sin mermar las identidades nacionales.-VNA