La decisión, emitida por el primer ministro Muhyiddin Yassin, comprende tambiénla interrupción de todos los negocios, excepto las tiendas y mercadostradicionales.
Se prohibirá, además, la salida al extranjero de los ciudadanos malasios, y elingreso a este país de viajeros foráneos.
Mientras, los ciudadanos nacionales que regresen al país durante este períodoserán sometidos a controles de salud y una cuarentena de 14 días.
Las restricciones a la circulación incluyen el cierre de oficinas públicas yprivadas, universidades y escuelas, a excepción de las oficinas y servicios públicosesenciales, tales como de los bancos, aeropuertos y de policía, así como losproveedores de servicios postales, de agua y electricidad.
El gobierno malasio se compromete a garantizar el suministro de alimentos,productos básicos y equipos de prevención a los pobladores.
Según el Banco Asiático de Desarrollo, la expansión del COVID-19 puedecausar una pérdida de hasta mil 520 millones de dólares para la economía deMalasia, lo que equivale a más del 0,4 por ciento del Producto Interno Bruto deKuala Lumpur.
Malasia reportó hasta el momento 556 casos infectados de la epidemia, lo que loconvierte en el país con el mayor número de pacientes en el Sudeste Asiático, yel décimo noveno en el mundo./.