En una reunión del Comité Central deSupervisión y Protección de Extranjeros, el primer vicepresidente de Myanmar, UMyint Swe, advirtió que los recientes ataques terroristas en el estado deRakhine podrían afectar al sector del turismo.
Subrayó la necesidad de aumentarmedidas de seguridad en los puertos fronterizos, así como la vigilancia sobre lasactividades de extranjeros en el país.
También hizo hincapié en la protecciónde turistas foráneos, diplomáticos y agentes de organizaciones internacionales.
El pasado 25 de agosto, grupos extremistaslanzaron ataques contra 30 puestos policiales del municipio de Maungdaw, cercade la frontera con Bangladesh.
Cinco policías y siete insurgentesmurieron en el enfrentamiento desencadenado tras el ataque, que fuereivindicado por el Ejército de Salvación Rohingya de Arakan (ARSA), y al quese atribuye otra acción similar ocurrida el 9 de octubre de 2016, la cual cobróla vida de nueve policías.
El asalto tuvo lugar un día después deque una comisión liderada por el exsecretario general de las Naciones UnidasKofi Annan presentara al gobierno myanmeno un informe con recomendaciones paraponer fin a la violencia sectaria en Rakhine y promover el desarrollo de laregión.
La violencia llevó a más de 290 milrohingyas a huir a Bangladesh en las últimas dos semanas, según la Agencia delas Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Myanmar no reconoce a los rohingyascomo una de las etnias minoritarias y los llama bengalíes, o sea, migrantesilegales procedentes del vecino Bangladesh, a pesar de que residen en Myanmardesde mucho tiempo.
En los últimos tiempos muchos rohingyashuyeron a las naciones vecinas después de que el ejército myanmeno realizaraoperaciones contra los insurgentes, que según acusaciones del gobierno, sonmiembros de la Organización de Solidaridad Rohingya, un grupo armado que operadesde 1980.-VNA