El secretario ejecutivo de la Oficina Presidencial, Salvador Medialdea, emitió una nota a los jefes de departamentos y corporaciones gubernamentales, donde se señala que Filipinas puso fin a la prohibición de viajar al país norteamericano, y al rechazo a la interacción con los funcionarios canadienses.
Sin embargo, aún no hay ninguna noticia sobre el regreso a Canadá del embajador y el cónsul general de Filipinas, quienes fueron retirados a mediados de mayo último, cuando la nación asiática demandaba que Ottawa retirase toneladas de basura que se estaban pudriendo en puertos filipinos.
La disputa llegó a un punto crítico en abril pasado cuando el presidente de este país, Rodrigo Duterte, amenazó con declarar la guerra a Canadá si no se llevaba de vuelta esos desechos.
El mandatario filipino ordenó el retorno de los residuos a territorio canadiense, pero solo unos días atrás la administración de ese país aceptó asumir los costos para el envío de vuelta de más de dos mil 400 toneladas que ingresaron fraudulentamente a esa nación asiática entre los años 2013 y 2014.
Duterte emitió la prohibición de viajes y de interactuar con funcionarios del país norteamericano, luego de que Canadá incumplió con retirar los contenedores de basura en la fecha límite del 15 de mayo. – VNA