Hanoi- Cada ciudadano de Vietnam comprende a fondo el concepto y el papel de la industria cultural en la economía nacional por lo que el país puede apuntar con fuerza para afirmar su marca en el mapa creativo mundial.
Motivar la industria de la cultura
El pintor vietnamita Le Thiet Cuong ha intentado soñar en grande y es consciente de que no basta con la creación de artes. Por lo tanto, en su propia casa ubicada en la calle de Ly Quoc Su, en Hanoi, Thiet Cuong fundó Gallery 39, una empresa sin fines de lucro con el objetivo de elevar el nivel de los artistas jóvenes, como contribución al desarrollo cultural profundo y sostenible en Vietnam.
Las numerosas dificultades y desafíos de la industria cultural se incrementaron para este artista y propietario de negocio, especialmente en la coyuntura de la evolución complicada de la pandemia de la COVID-19 que provocó graves daños a la economía nacional y a todas las ramas y sectores en Vietnam. Como tantos creadores del país asiático, Le Thiet Cuong tuvo que hacerle frente a esos aprietos, con paciencia e ingenio.
Materia gris fácilmente robada
Mucho antes de conseguir éxitos en el oficio de elaboración de productos cerámicos, el artista Le Thiet Cuong sufrió experiencias dolorosas cuando su propiedad intelectual se convirtió en la obra de otra persona.
Inicialmente, un artista diseña una pieza, ya sea un jarrón, plato u otra, y lleva ese dibujo al horno de cerámica para su producción. Sin embargo, la gente encuentra interesante la producción en serie de los artículos para hacer negocios y, como resultado, además de la versión pedida, se elaboran otros cientos.
Le Thiet Cuong siente que, de este modo, el artista pierde su obra.
Un juego desbalanceado entre nacionales y extranjeros
Al decir de Tran Mai Khanh, gerente del proyecto de la Compañía QP Vietnam (entidad de asesoramiento de soluciones de inversión en el campo de cultura), existe una clara desigualdad entre las empresas culturales vietnamitas y extranjeras.
En concreto, las empresas especializadas en el suministro de servicios de películas y fotos a través de Internet de alta velocidad en lugar de los medios tradicionales, como la televisión por cable o satelital, en Vietnam se han esforzado pero es muy difícil competir con las OTT (servicio de transmisión libre) foráneas que han dominado el mercado en los últimos tiempos, indicó.
Según el diseño de escenario, las empresas extranjeras no tienen ninguna barrera de las que las OTT vietnamitas deben enfrentar, sobre todo el pago de los impuestos en el territorio nacional, señaló.
El propio mercado se caracteriza por una competencia desigual entre empresas privadas y unidades administradas por el estado.
De acuerdo con Mai Khanh, la desigualdad entre las empresas domésticas y extranjeras también ha reducido las oportunidades de desarrollo de la industria cultural de Vietnam.
“Convertir las materias primas en oro”
En opinión de Tran Mai Khanh, gerente del proyecto de la Compañía QP Vietnam (entidad de asesoramiento de soluciones de inversión en el campo de cultura), para proteger la propiedad intelectual de las entidades de la industria creativa participantes en el mercado internacional, el sistema legal sobre los derechos de autor y los de propiedad intelectual debe mejorarse y actualizarse continuamente. Al mismo tiempo, la aplicación de esos derechos debe ser garantizada en todas las agencias y organizaciones con la debida certificación y protección.
Le Thiet Cuong afirmó que sin derechos de autor nadie quiere trabajar y sin la creatividad, la industria cultural no existe.
A criterio de este artista, para hacer negocios en la industria cultural, deben utilizar la materia gris en función de crear el valor de un producto en el campo, mientras el costo de la creatividad debe ocupar la mayoría del valor de la obra, no en las materias primas.
Vietnam tiene suficiente identidad única para establecer una industria cultural; sin embargo, necesita “más fuegos para refinar las materias primas en oro”, apuntó./.