Hanoi (VNA) -  Hanoi es actualmente el hogar de más de mil 350 aldeas artesanales, lo cual constituye una condición favorable para que la capital vietnamita desarrolle el turismo cultural, consideraron expertos.
Proyecta Hanoi promover potencialidades del turismo cultural en aldeas artesanales hinh anh 1Los productos de cerámica de Bat Trang (Foto: VNA)

 

Entre los pueblos artesanales más populares entre visitantes nacionales y extranjeros, se encuentran la aldea de cerámica de Bat Trang, ubicada en el distrito capitalino de Gia Lam; la de seda de Van Phuc, en el distrito de Ha Dong; y la de incrustación de nácar de Chuon Ngo, en el distrito de Phu Xuyen.
 
Situado en una zona rica en arcilla, el pueblo de Bat Trang disfruta la ventaja de contar con la materia prima para la elaboración de finos productos de cerámica.
 
Durante los siglos XV y XVII, las cerámicas de Bat Trang eran productos favoritos no sólo en el mercado nacional sino también en el extranjero gracias a la llegada de barcos de comerciantes de Japón, China y de países occidentales a puertos en la nación indochina, y además por su posición a la orilla del Río Rojo entre Thang Long y Pho Hien, dos antiguos centros comerciales en el Norte de Vietnam.
 
En los siglos XVIII y XIX, debido a la política de restricción del comercio exterior de la administración de los reyes vietnamitas Trinh, quienes gobernaban la región norteña del país, era difícil que esos productos se exportaran al exterior, por tanto algunas aldeas de alfarería famosas, como Bat Trang y Chu Dau, experimentaron un momento muy difícil.
 
Desde 1986, gracias a las reformas económicas y el desarrollo del comercio exterior en Vietnam, las cerámicas del país indochino tuvieron más oportunidad de presentarse al mundo. 
 
Las porcelanas de Bat Trang se producen para uso diario en el hogar, con diversos tipos de piezas tales como cuencos, tazas, platos, ollas y botellas, así como para fines de adoración o decoración.
 
Hoy día, los artesanos de la aldea han renovado las técnicas de elaboración, dando a luz varios productos con características nuevas, como los artículos para el hogar con bellos rasgos para la decoración.
 
Mientras tanto, el pueblo de Van Phuc, conocido como la cuna de seda más fina de Vietnam, se encuentra a la orilla del río Nhue, a unos 10 kilómetros al oeste de Hanoi. 
 
Los productos de seda de Van Phuc fueron particularmente muy populares durante la dinastía Nguyen, la cual reinó en el país indochino en el periodo 1802-1945. Se utilizaba el material para confeccionar las vestimentas reales y aristocráticas. Los vestidos de seda tradicionalmente tejidos a mano eran prominentes en el mercado interno, y capturaban también el interés de clientes fuera del país.
 
Entre 1931 y 1932, la seda Van Phuc se exhibió por primera vez en exposiciones internacionales en la ciudad francesa de Marsella y luego en la capital París. 
 
En la Feria de París en 1932, ese producto vietnamita fue elogiado por comerciantes franceses como el más sofisticado en la Península Indochina.
 
En el lapso entre 1958 a 1988, el mismo se exportó principalmente a mercados de Europa del Este.
 
En la actualidad, sobre la base de los diseños tradicionales, los lugareños de la aldea de seda Van Phuc están creando productos más modernos, con el fin de satisfacer las crecientes y exigentes demandas tanto de consumidores nacionales como extranjeros. 
 
Recorriendo el pueblo de Chuon Ngo en el distrito suburbano de Phu Xuyen, los visitantes tienen la oportunidad de admirar productos de nácar muy sofisticados, con altos valores artísticos, creados gracias a la labor meticulosa de los artesanos locales.
 
Al visitar el pueblo de Chuon Ngo, los visitantes aún se encuentran con escenas tradicionales de la región norteña vietnamita, con pagodas y casas antiguas.
 
La aldea es famosa por sus juegos de muebles de madera con incrustaciones exquisitas de nácar, los cuales podrían valorarse en miles de dólares. Esos artículos se consideran mejores que los de otros lugares, gracias a los dibujos auténticos, y además por sus detalles decorativos vívidos.
 
Los productos de la aldea son cada vez más diversos y creativos en diseños, con el fin de satisfacer las necesidades de clientes nacionales. Muchos llegan también a las manos de consumidores en mercados externos, tales como Reino Unido, Rusia, Estados Unidos, Países Bajos y Japón.
 
Se espera que esos pueblos artesanales, con sus ricas identidades tradicionales, entornos atractivos y sistemas de transporte convenientes, se conviertan en los modelos ejemplares para promover el desarrollo del turismo cultural en Hanoi.
 
Al mismo tiempo, para explotar al máximo sus potenciales, se proyecta en la ciudad asociar las aldeas de oficios tradicionales con iniciativas tales como la vinculación entre el pueblo de fabricación de libélulas de bambú Thach Xa con el de incrustaciones de nácar de Chuon Ngo; y el de esculturas de madera Du Du con el de la fabricación de sombreros cónicos Chuong./.
VNA