Según el Grupo Nacional de Petróleo y Gas de Vietnam (PetroVietnam), en los primeros ocho meses de 2021, la demanda de los clientes de gas para la generación de energía fue baja, lo que afectó negativamente los ingresos de la empresa.
Ese resultado también causa impactos negativos en el presupuesto estatal y daños a la economía, así como la implementación de la estrategia energética nacional.
Desde principios de 2021 hasta ahora, debido al impacto de la pandemia del COVID-19, la demanda de movilización de gas para la generación de energía ha sido baja en comparación con el plan trazado y con respecto al mismo período del año pasado.
La región sudeste alcanzó el 87,5 por ciento y la zona suroeste logró el 72,7 por ciento del plan de movilización de gas para la producción de energía.
Algunas organizaciones se basaron en escenarios de control del COVID-19 para pronosticar que las tasas de crecimiento económico de Vietnam en los últimos meses del año serán bajas en comparación con la primera mitad del año, lo que conducirá a la reducción de la demanda de gas, especialmente a partir de septiembre hasta octubre de 2021 cuando la resistencia de muchas empresas llegue al límite después de un largo tiempo de lucha contra la pandemia.
Según un representante de PetroVietnam, actualmente las centrales eléctricas son los principales consumidores y representan el 80 por ciento de la producción total de gas.
La reducción del consumo de gas para la generación de energía afectará la capacidad de las fábricas y desperdiciará los activos invertidos en la construcción de proyectos de gas-electricidad, lo que llevará a una caída en la producción en los campos de gas y petróleo en alta mar.
Esto causará la disminución de los ingresos del Estado por las actividades de explotación de petróleo y gas (la principal fuente de ingresos para el presupuesto actual).
La situación de baja demanda de gas para la generación de electricidad conducirá a una disminución significativa de los ingresos presupuestarios de las localidades en comparación con 2020.
En 2022, se pronosticó que la demanda de gas para la generación energética seguirá disminuyendo mucho más que en 2021. Se espera que el uso de gas para la generación de energía en la región sudeste no supere los dos millones 800 m3 y en la suroeste 755 millones de m3.
La baja demanda de gas para la generación de energía también refleja la baja demanda de carga en el mercado de la electricidad. La industria eléctrica enfrenta el problema del exceso de energía porque la producción y las actividades comerciales se ven afectadas, pues muchas fábricas reducen la producción y dejan de funcionar debido al impacto de la epidemia del COVID-19.
Además, el suministro del sistema eléctrico nacional se ha incrementado significativamente debido a que se han puesto en funcionamiento proyectos de energía renovable y esta es la fuente generalmente priorizada del Sistema Nacional de Despacho (A0).
Mientras tanto, las centrales solares y eólicas se movilizan continuamente al máximo con el precio de venta de la electricidad muy superior al precio de la termoeléctrica a gas en 20 años.
Un representante de PetroVietnam dijo que reducir la demanda de gas para la generación de energía tendrá un impacto negativo en el medio ambiente porque el gas natural se considera un uso eficiente de energía limpia para la electricidad, con bajas emisiones de gases de efecto invernadero.
Esa situación también afecta los proyectos de importación de gas natural licuado de acuerdo con la Decisión del Primer Ministro del 28 de diciembre de 2020 sobre la aprobación del proyecto de desarrollo de un mercado energético competitivo hasta 2030, con una visión hasta 2045./.